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Pésima gestión del fracaso

Susana Díaz y Juan Marín, cuando eran socios.

Susana Díaz y Juan Marín, cuando eran socios. Efe

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Es cierto que es en el fracaso cuando nuestro discurso se torna más inquisitivo, más visceral, y, en pocas ocasiones, más locuaz. No es este el caso…

De la situación política andaluza podemos sacar muchas lecturas, algunas incluso sin hablar de Vox. Vemos con mucha expectación cada una de las intervenciones de los socialistas, que ya son conscientes de que es la primera vez en democracia que van a soltar la mastodóntica administración autonómica. Más allá de la interpretación dramática pretendida de sus actuaciones, subyace en mis retinas un halo de miedo, de expectación por ver de lo que seremos capaces de desvelar en estos años de legislatura de cambio

Lo primero que llama la atención es el bloque que han formado tácita y pronto expresamente dos partidos políticos que en la anterior legislatura se odiaban perfectamente. PSOE y Podemos unifican sus discursos en uno solo: el del miedo, el victimismo y el apocalipsis que se supone vendrá si ellos no gobiernan Andalucía.  

Susana Díaz, que ya acumula unas cuantas derrotas, tiene puesto el casco para ser disparada desde uno de los cañones del Falcon presidencial, y Teresa Rodríguez, que ha conseguido bajar en votos a pesar de sumar a su proyecto los escombros de Izquierda Unida, convergen en torno a ideas de buenos y malos, de vencedores y vencidos, en definitiva, del tan manido guerracivilismo al que periódicamente acuden y que nos aleja notablemente del campo que nos interesa a todos: el de las propuestas políticas que solucionan problemas. 

Hace ya varias décadas que el socialismo andaluz se alejó de las soluciones para anclarse en el mantenimiento del sistema clientelar, y por ello pagamos un altísimo precio. Paro, corrupción, fracaso escolar y retraso económico han sido los argumentos que han mostrado los socialistas y a los que ahora se suma la maraña podemita para seguir lastrando nuestra comunidad. Eso sí, ahora tendrán que hacerlo desde la oposición y en una administración libre de los tentáculos del socialismo andaluz. Por fin...