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Orbán inicia la campaña para el Parlamento Europeo

Sebastian Kurz, canciller austriaco, junto a Donald Tusk, presidente del Consejo, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

Sebastian Kurz, canciller austriaco, junto a Donald Tusk, presidente del Consejo, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

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El primer ministro de Hungría Viktor Orbán ha iniciado hoy, con una rueda de prensa, la campaña para las elecciones de diputados al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en el próximo mes de  mayo.

Como líder del grupo de Visegrado, con pretensiones de convertirse en un líder europeo, su objetivo es cambiar el carácter del grupo del Partido Popular Europeo (cristiano-demócratas) y lograr que una mayoría de los partidos que conforman, en los diferentes países, este bloque, sean de la orientación anti-inmigración.

Su estrategia, sin embargo, rebasa los límites de este grupo y pretende alcanzar a otras formaciones políticas. Así afirma que para él, la dicotomía actual del Parlamento no se juega entre partidos de izquierda y partidos de derecha, si no que el elemento determinante es si son partidos que están a favor o en contra de la inmigración.  

Con esta estrategia espera obtener suficiente número de parlamentarios que rechacen la inmigración y poder condicionar la política comunitaria en este tema.

Justifica su presencia en el acto de toma de la presidencia de Bolsonaroen Brasil, país con el que Hungría mantiene escasas relaciones comerciales, porque comparte el lema que Bolsonaro defiende: "Primero Brasil antes que todo con la bendición de Dios", porque nosostros somos cristiano-demócratas.

En seguida aparecen el maligno, y los enemigos a batir, en primer lugar señala que la figura de Soros (su principal tema recurrente) es independiente de su origen, es falso subrayar que sea judío, se le combate porque es el padre que quiere, con su apoyo a la migración, que Europa pierda su carácter cristiano y cultural.

También aprovechó para atacar a los liberales europeos, dijo, "hemos llegado a un nivel, donde los liberales son los enemigos más importantes de la libertad"

Y en relación al Euro, se refirió que no quiere entrar en la zona Euro porque no ve un futuro seguro para el Euro, por eso no quiere participar en el mismo. Es una forma de ocultar su fracaso e incapacidad de control presupuestario y de déficit a la hora de cumplir las exigencias que exige su accesibilidad.

Ya en la tanda de preguntas y pese a haber prohibido la entrada a los medios más independientes que existen hoy (Magyar Hang, Azonnali, Klubrádió, Mérce, Direkt36,Hócipő, Alfahír), con la excusa de que ha habido tanta afluencia de periodistas que no tenían lugar para ellos; cuando fue preguntado por el tema de la corrupción en Hungría  dijo: "Pienso que hay corrupción en Hungría pero no es importante como factor en la vida económica húngara".

Un periodista insistió: "¿Cómo explica que su yerno, su padre, su vecino, el alcalde de su pueblo, su amigo de la universidad y su amigo montañero se hayan vuelto millonarios en estos últimos años?, ¿Cree que Ud. ha tenido algo que ver?" Respondió: ”Lo siento, pero yo no me ocupo de cuestiones comerciales”.

Entre tanto ayer, por iniciativa local hubo una manifestación, contra la "ley de la esclavitud" en Kaposvár, y cada vez más se está reforzando la unión entre los partidos de la oposición que junto a los sindicatos y la sociedad civil piensan seguir plantando batalla por la derogación de esa ley, ante la que Orbán sigue manifestando no encontrar ninguna razón para derogarla.

La actual relación de fuerzas en los europarlamentarios hoy el Fidesz, partido del gobierno, tiene 12 de los 21 europarlamentarios, frente a 9 pertenenientes al Jobbik (3), y  los dos diferentes partidos socialistas (DK y MSZP) y al partido asociado  (Együtt-PM) que suman un total de 6 representantes (2 elegidos por cada uno de ellos). Cambiar esta relación de fuerzas y lograr que el Fidesz quede en minoría ya señalaría el primer gran triunfo contra la era Orbán.