Sólo los "gobernantes populistas", reyezuelos de cortas miras sociales, se atreven a utilizar los temas de Estado a beneficio e interés personal.
El derecho fundamental de todo ciudadano a estar informado de forma objetiva es el primero, entre otros muchos derechos, que los gobernantes "conquistadores" no reconocen.
Silenciar de manera intencionada contenidos de reuniones sobre temas "candentes" es simplemente jugar al "póker político", es decir, jugar con señas ocultas con el único interés de engañar al contrario y sorprender al "pueblo sumiso e ignorante" (con proyección de seguro vitalicio, según opinión de algún conquistador y okupa).
A España, inquieta por el severo y virulento cáncer secesionista, solo le faltaba el silencio interesado del "doctor", gobernante legalmente elegido, moralmente infestado de "señorío quijotesco" más que de "humilde lacayo servidor de su Señor".
A España se le informa de forma torticera, mediante servicios de prensa manejados a distancia por mentes "partidistas". La noticia se convierte en arma política, introduciéndose en la privacidad familiar, negándole la capacidad de confrontar lo que se escucha, que es vendido a la masa silenciosa como realidad objetiva.
Señores gobernantes me tendremos que pasarnos a Vox, no porque nos convenza su programa sino porque no oculta lo que piensa, ni calla ante las imposiciones, ni olvida los agravios sociales, ni se avergüenza de su País, ni vende a los muertos, ya cenizas, como arma "ultramoderna" para volver "al pasado"... Nos haremos de Vox porque nos avergüenza la mentira... de los que venden a España por un plato de lentejas (traducido al español popular: pensión vitalicia, privilegios sociales... "señorito de por vida".
Mirando al largo pasado de las últimas generaciones no se ve a los que queman banderas, destrozan las calles, pisotean la convivencia... lo de ahora, es juventud utilizada y engañada por aquellos que quieren copiar la historia de odios y de enfrentamientos para vivir como reyezuelos en castillos de arena que la verdad derrumbará.