Algunos políticos se creen poseedores de la verdad, de la integridad moral y de los principios democráticos.
Algunos políticos después de exigir “dictatorialmente” la dimisión de cualquier imputado por limpieza moral y política... se olvidan de restituir los derechos del imputado cuando los Tribunales de Justicia le exoneran de cualquier delito.
Todos queremos una sociedad en la que la “convivencia equitativa” no sea una meta sino el camino diario de todos los ciudadanos... Por eso los políticos no pueden declarar e imponer “cordones sanitarios” a ningún partido porque para esa opción está la ley de partidos políticos. Ninguna formación política puede autoproclamarse juez y parte a la vez.
Estos pronunciamientos son perfectamente aplicables en la España actual.
Hay partidos que quieren cerrar el paso a otras formaciones, simplemente porque éstas son muy firmes en sus pronunciamientos, aun sabiendo que muchas cosas no se podrán llevar a cabo en su totalidad... Inmediatamente les ponen el apellido de “ultra”, creyéndose inquisidores de la “pureza política”.
Otros partidos deambulan por el “campus político” como la leche hirviendo, es decir desparramándose, sin firmeza y ondeando según como sople el viento.
Cada cual que le ponga nombre... seguro, que como suelen ser “multiusos”, pocos se equivocarán.
Apología antidemocrática es llamar ultra a todo aquel que se atreve a hablar claro, firme y sin ambiguedades.
Que cada cual reflexione y se ponga el apellido que le corresponda...