Viudas

Reconozco que una fuerte desazón me invadía al dirigirme a ver esta película. Tengo a Steve McQueen por uno de los grandes del cine contemporáneo y a su película “Shame” como probablemente la mejor obra de este siglo. Hace unos años este director alcanzó un reconocimiento mayoritario con la oscarizada “12 años de esclavitud”, y una consecuencia de esto debía ser el aumento de medios y posibilidades para poder abordar sus proyectos e ideas, lo cual suponía una gran noticia para un autor no muy prolífico, como es el caso.

Sin embargo para mi sorpresa, después de 5 años de silencio, el nuevo proyecto del autor es una película de atracos, remake de una antigua y desconocida serie de televisión británica de los años 80 y como motivación para hacerla declara que le gustaba la serie cuando era joven y que quiere llegar a mucho público.

Todo esto a mi me sonaba fatal, por un lado meterse en un subgénero cinematográfico como el de atracos que salvo excepciones pretéritas, suele representar en la actualidad un arquetipo de cine algo superficial. Por otro lado, eso de querer llegar a más público parecía una concesión para rebajar la indudable calidad de una filmografía quizás no hecha para cualquier tipo de espectador, en pos de una mayor comercialidad que posiblemente redundaría en un menor interés y originalidad.

Con lo cual, estas son mis circunstancias previas al visionado de un film que parecía anunciar un desastre indeseado e innecesario en la inmaculada carrera de McQueen.

Sin embargo, después de ver la película, aun admitiendo que quizás sea la que menos me interesa de la filmografía del director, al mismo tiempo debo reconocer que hay puntuales e inequívocas muestras de su talento y que está más en la línea de adaptar este género a su cine que lo contrario.

Es una película de atracos, pero también lo es de miedos, soledades, desamparos, crueldades y ambiciones políticas. Todo esto la convierte en una película algo singular y poliédrica, aunque al mismo tiempo también supone la mayor causa de que no sea redonda, ya que pretende ser ambiciosa en muchos ámbitos y no consigue resultados óptimos en algunos de ellos, en un argumento con demasiadas ramificaciones muy interesantes, quedando algunas de ellas algo desatendidas en la parte final.

Fuera de esto, la película se sigue bien, está bien rodada, correctamente interpretada, tiene personajes potentes, hay un buen trabajo argumental, y sobre todo, y este es el mayor sello del autor, da soluciones y salidas a determinadas situaciones, diferentes a las que daría cualquier otro director. En resumen, consigue ser eficaz sin renunciar a su talento.

Con lo cual al final nos encontramos con una estimable película, que no llega a rematarse del todo pero que sin duda está por encima de la media. Un trabajo interesante al que solo le falta haber fijado algo más el tiro de sus objetivos argumentales, y quizás haber buscado una historia de fondo más acorde a las características de su director.