Rivera I "el pardillo"

Ciudadanos surgió como la gran esperanza ante la corrupción de décadas y la continuada traición a España del bipartidismo del PP y del PSOE. Los españoles, hartos de que nos robaran, engañaran y humillaran los de siempre, empezamos a confiar en el discurso fresco y regenerador de Albert Rivera, paladín de la defensa de la nación española frente a los totalitarios separatistas catalanes.

Pero Rivera, con sus acciones, ha demostrado no ser digno de esa confianza, y se ha comportado con enorme bisoñez política cada vez que ha tenido ocasión de hacerse con el poder, perdiendo así la ocasión de librarnos de la pesadilla, que durante los 14 años del dúo Zapatero-Mariano, hemos tenido que soportar.   

Primero apoyó a Susana Díaz y a Mariano Rajoy, permitiendo que los que nos habían robado, mentido, humillado y traicionado en Andalucía y en toda España, siguieran haciendo lo mismo. El probablemente gobierno más corrupto de Europa (la Junta de Andalucía) y el mafioso confeso del "Luis se fuerte", pudieron así sobrevivir a su inevitable final, dándole largas a Rivera I "el pardillo" cada vez que les molestaba exhibiendo sus reformas firmadas en los pactos de legislatura. A partir de ahí difícilmente Ciudadanos podía explicar como iban a regenerar la política española, si ellos mismos eran los que apoyaban que todo siguiera igual.

Después, tras el golpe de Estado en Cataluña, y cuando Mariano, acorralado por el Rey y por millones de españoles en las calles, no tuvo más remedio que hacer algo por una vez en su vida, y aplicar el 155, y cuando se abría la oportunidad histórica de suspende sine díe la autonomía de Cataluña, apareció Rivera I "el pardillo" y presionó hasta el hartazgo para aplicar el 155 (sólo para convocar elecciones). Y claro, sucedió lo que muchos anticipamos que iba a suceder: los golpistas ganaron las elecciones.

Más tarde, ya con Mariano dando bandazos como un boxeador sonado, y con todas las encuestas a favor para hacerse con el poder en unas hipotéticas elecciones generales, a Rivera I "el pardillo" no se le ocurre otra cosa que apoyar los presupuestos de Mariano, afianzándole en el poder, y encima costándonos más de 500 millones para comprar el voto de los sacamantecas del PNV. Y claro, el malote de Falconetti, viendo al PP en el filo de la navaja, y viendo que Rivera I "el pardillo" no se atrevía a derrocar a Mariano, aprovechó la ocasión para ser presidente del gobierno, apoyado por una horda de golpistas, etarras y bolivarianos, que han conformado un Frente Popular que amenaza con llevarnos otra vez a la guerra civil.

Y por último, cuando después de 40 años de régimen socialista en Andalucía, se presenta la oportunidad histórica de tratar de sacar a Andalucía de su penuria económica, cuando se ha de intentar que Andalucía deje de ser la región más atrasada de las más de 500 regiones que hay en Europa, con el récord mundial de paro, cuando se podrían invertir los miles de millones de fondos de cohesión en mejorar Andalucía, en vez de en irse de putas, cuando se debería de atajar el nepotismo galopante, y cuando se podría evitar que dejen de robar con los Eres y los cursos de formación, entonces va Rivera I "el pardillo" y le hace ascos a pactar con Vox. Nos cuenta una película de que quiere gobernar Andalucía, siendo los terceros en las elecciones, con el apoyo del PSOE, del PP o con la abstención de Podemos si hace falta, antes que pactar con ultraderechistas, xenófobos, machistas e inconstitucionales. Alucinante.

Rivera I "el pardillo" la volverá a cagar, pero los españoles le podrán pronto en su sitio. El que corresponde a los que no están a la altura en los momentos clave de la historia de España.