Era fácil ver venir a Pablo Iglesias, su populismo y sus adyacentes Izquierda Unida, Compromís, Comunes, etc. en su reacción ante la última sentencia del Tribunal Supremo en relación a los impuestos de las Hipotecas, su política de populismo les aboca a protestar y llamar a manifestaciones, pero solo hace unas semanas, se unieron a los partidos tradicionales PP y PSOE en seguir nombrando a dedo a magistrados y jueces en el Consejo General del Poder Judicial; sí, los mismos que ahora se quejan de sus decisiones; no se puede ser mas incongruente con sus actuaciones.
Hace unas semanas se planteó la renovación del CGPJ a dedo por los partidos políticos y solo se puso en contra Ciudadanos, proponiendo que fueran nombrados por méritos y por los mismos jueces y gente del gremio. Ahora, los que votaron a favor de seguir con los nombramientos a dedo, se escandalizan de los resultados, pero cuando tuvieron la solución en sus manos se unieron para evitarlo. Esta es la política del egocentrismo populista: creo problemas que no deberían existir, me escandalizo de las consecuencias y después vengo yo a solucionarlo para mi propio ensalzamiento, no tardaremos mucho en ver al gobierno y socios aprobar leyes para modificar las normas sobre quien tiene que pagar el impuesto de las hipotecas, y luego quedar como los héroes del cuento, pero en el camino dejamos a miles y posiblemente millones de afectados ciudadanos que han pagado lo que no deberían haber pagado según las sentencias.
¿Esta todo acabado? No, ahora las asociaciones de consumidores siguen su camino de recurrir al Tribunal de Estrasburgo y posiblemente volverán a corregir a los tribunales Españoles en sus partidistas decisiones. Mientras tanto, habrá muchas personas que se quedaran en el camino, otras que desistirán por cansancio y el beneficio será siempre para los más poderosos.
Pues no, la Justicia española ni es mala ni se equivoca, se equivocan los políticos que tratan de manejar a la Justicia controlando un poder que debería ser autónomo como dicta la Constitución. La Justicia está formada por muchísima gente que trabaja todos los días para tratar de rectificar los errores que día a día se vienen haciendo en nuestra sociedad, pero ahí están los políticos tradicionales y populistas para trastocar los hechos y apropiarse de los méritos, cuando lo único que se les puede achacar es el merito de haber creado el problema.