¡Imponer... Imponer!... Cada uno en su casa.
Los Consejos de Administración de cualquier sociedad tienen una única y exclusiva obligación: salvaguardar los intereses del “Patrimonio Societario”.
Las Juntas Generales, respetando los Estatutos, decidirán por cualificación el equipo que constituirá el Consejo de Administración.
Cuando en un equipo gestor son mayoría mujeres nadie dice por eso que los hombres sean “minusválidos”, al igual que si son los hombres los que ocupan más cargos en el Consejo no significa que las mujeres estén minusvaloradas.
La idea de las “cuotas” puede que sea un gancho para el populismo barato pero la economía global no se dirime por sexos.
Los globos sonda deben estar bien armados porque si no, se los lleva el viento por injustos, por intrusismo y por no medir los costes de su implantación.
Arriar la bandera feminista en las empresas, ya sean públicas o privadas, es, como mínimo, vergonzoso para las mujeres por su obligatoriedad social y porque los “calzadores”, aunque sean muy buenos, siempre seguirán siendo “calzadores”.
El conocimiento y la profesionalidad son los dos únicos principios que deben prevalecer en cualquier economía... Las cuotas... ¡Que se queden en “Cuotas de Pantalla”!