Fernando González Camacho. Pintor. Nacido en Jerez de la Frontera. 92 años. Afincado en Sevilla. No reniega de sus orígenes. Sigue enseñándole a la juventud que con su edad se puede vivir de lo que uno quiere, de lo que uno desea: la pintura.
Y sí, de nuevo, por segunda vez en semana, abandono la política. Otro artículo personal. Otro artículo con más orgullo si cabe. Mi familia. Hoy os traigo a mi tío abuelo. Él es, Fernando González Camacho
Fue a su corta edad, cuando sentado en los escalones de su peluquería, un hombre se acercó mientras trazaba un dibujo de lo que tenía ante sus ojos. El hombre preguntó: "¿Puedes regalarme el dibujo?" Mientras, él, a su corta edad, ya pensaba como lo que era: un hombre maduro. "Hable con mi padre", respondió contundente. El señor, allí presente, fue a la casa del padre de Camacho y le preguntó. El padre, seguro del trabajo de su hijo, le preguntó al hombre cuánto estaba dispuesto a ofrecer por ese dibujo. Una peseta. Su padre aceptó. Así, siendo un niño, Camacho vendió su primer "cuadro" por una peseta. Increíble, ¿verdad? Lo es. Imagínense aquel hombre que, iluso del trazado de un niño sentado en los escalones de una peluquería, le compró a su padre un dibujo por una peseta. ¡Una peseta! No más.
Hace cerca de 40 años, Camacho hizo su primera exposición en el Círculo Mercantil de Sevilla. Hoy, a 14 de septiembre de 2018, ha realizado una exposición de su obra en el mismo sitio. Su promesa se ha cumplido. Él pensaba hacer, antes de su final profesional, una exposición donde empezó todo. 21 cuadros que son su obra. Y digo su obra porque es suya y de nadie más. Ningún cuadro - como en otras ocasiones - saldrá a la venta. Esos lienzos que en Miami duraron menos de dos semanas, se van a quedar en la memoria de todos los sevillanos. Esos lienzos que duraron menos de una semana en Colonia, se van a quedar entre las manos de su familia, el tesoro más preciado de su vida.
Una primera etapa marcada por los colores oscuros, por la presencia de un actor principal: el bodegón y sus frutas. Una segunda etapa marcada por los colores más claros, entramados más poéticos, más literarios. Presencia de un actor principal - el paisaje - con presencia animada de bodegones ficticios, en el aire, en la mente, en la imaginación.
"Yo y mis sueños" es el nombre que ha decidido darle a esta exposición. Esos sueños ya son una realidad. Realidad para todos los sevillanos. Realidad para toda su familia. Realidad para él. Buscando las texturas, el fondo de la pintura realista, los colores, el buen hacer pictórico. Buscando su realidad. Buscando su sueño. Lo ha encontrado. Lo ha resuelto. Después de casi 40 años ha vuelto al lugar que le vio crecer: el Circulo Mercantil de Sevilla. No se lo pierdan.
"Yo y mis sueños" es una realidad. "Yo y mis sueños" es la clave de cuál éxito que ha venido con trabajo y sacrificio. "Yo y mis sueños" es la evolución de un pintor que, con su buena memoria, no se olvida de andar sus treinta minutos diarios. "Yo y mis sueños" es, sin lugar a duda, la realidad de Fernando González Camacho: un pintor real, de carne y hueso.