TDAH eterno invisible (2)

Aula de un colegio en Madrid.

a) Ayudas directas para los alumnos incluyendo a los afectados por TDAH (Trastorno por déficit de atención por hiperactividad) que requieran por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta.

a) Ayudas directas para los alumnos incluyendo a los afectados por TDAH (Trastorno por déficit de atención por hiperactividad) que requieran por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta.

No, no es un error. Acaban de leer dos párrafos idénticos y no están colocados aquí por error. ¿Ven alguna diferencia entre uno y otro?

Correcto. No la hay. Sin embargo, entre uno y otro hay un año de diferencia. 

Pongan ustedes el orden que deseen, uno corresponde a la resolución de la Secretaría de Estado, Formación Profesional y Universidades, por la que se convocan ayudas para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo para el curso académico 2017-2018. El otro, a la resolución de la misma entidad por la que se convocan ayudas para alumnos con necesidad específica de apoyo educativo para el curso académico 2018-2019.

Ha pasado un año, una proposición de ley presentada por el diputado César Luena (PSOE) aprobada por unanimidad de todos los grupos con representación en el Congreso de los Diputados, un aplauso gigante por parte de las asociaciones de afectados por TDAH y anuncios a bombo y platillo en prensa escrita digital y redes sociales.

Y yo me pregunto, ¿Qué ha cambiado?... ¡nada! Y lo peor de todo esto es que cada año se repite sistemáticamente la misma historia.

El cambio propuesto en la PNL aprobada el 21 de Febrero de 2018 era:

“Donde dice “Los alumnos que presentan necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad o trastorno grave de conducta…” debiera añadir, “…incluyendo al alumnado afectado por TDAH que necesite atención educativa específica…”.” ya que con el 33% de discapacidad, un porcentaje muy elevado de alumnos con TDAH diagnosticado pero sin discapacidad reconocida se quedarían fuera de su derecho a recibir la ayuda. Por otro lado no podemos calificar el TDAH como un trastorno grave de conducta ya que no lo es.

Ya en mi artículo TDAH, eterno invisible publicado en este medio el 14 de Agosto, me hacía esta pregunta:

“Y en este momento cuando la convocatoria de ayudas está a punto de ser publicada, nos preguntamos ¿será una realidad? ¿Se nos tendrá en cuenta por fin? ¿Será este el punto de inflexión por el cual los afectados por TDAH empezaremos a dejar de ser “invisibles”?”

Y yo mismo me respondía:

“Si me lo permiten, tengo mis dudas. Son ya demasiados años topando con la misma pared, que tanto unos como otros mantienen intentando engañarnos otra vez. Cuando desde el Parlament o el Congreso, nos apoyan, nos empujan a continuar reivindicando las mismas peticiones año tras año y nos abrazan con sus mejores palabras yo pienso: No nos engañan.”

No, no soy adivino, ni tengo una bola de cristal. Tengo la experiencia que me han dado los años de batalla en diversos ámbitos por el bien de los afectados de TDAH tras hablar con infinidad de políticos que te aplauden, te dan palmaditas en la espalda, te prometen todo hasta el infinito y más allá, y al final…¡nada!

Hoy me hago una nueva pregunta, ¿Sabremos encontrar al grupo político que sea capaz de revertir esta situación y que deje de darnos abrazos de oso y palmaditas en la espalda? 

Lo seguiremos intentando, y a partir de ahora mismo seguiremos insistiendo hasta que miles de familias en España despierten de la pesadilla veraniega anual y amanezcan en un principio de curso esperanzador.

El TDAH existe y no nos engañan.