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Cinco consejos del Papa a los jóvenes

El papa Francisco, con un balón de fútbol, en una imagen de archivo.

El papa Francisco, con un balón de fútbol, en una imagen de archivo.

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Jóvenes de todo el mundo –católicos, cristianos de otras confesiones y no creyentes– se han reunido en Roma del 19 al 24 pasados para preparar el Sínodo de octubre, cuyo tema es “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. En el encuentro inicial, el Papa les invitó a plantear con valentía las cuestiones.

Tras reafirmar “la voluntad de la Iglesia de escuchar a todos los jóvenes”, el Papa abordó al tema central del próximo Sínodo de los obispos: el deseo de que esa reunión sirva para mejorar el acompañamiento a los jóvenes en su discernimiento vocacional, “para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud”, citando el documento preparatorio del Sínodo.

“Esta es la certeza básica: Dios ama a cada uno, y a cada uno dirige personalmente una llamada. Es un regalo que, cuando se descubre, llena de alegría (cfr. Mt 13, 44-46). Ten por seguro: Dios confía en ti, te ama y te llama. Y, por su parte, no te fallará, porque es fiel (…) Él te hace la pregunta que hizo a los primeros discípulos: “¿Qué estás buscando?” (Jn 1, 38). Yo también, en este momento, pregunto a cada uno: “¿Qué estás buscando? ¿Qué buscas en tu vida?”

1. Defiende la dignidad de cada mujer

El turno de preguntas lo inició la nigeriana Blessing Okoedion, víctima de la trata, que logró liberarse de sus explotadores gracias a la ayuda de una comunidad de monjas. Preguntó cómo concienciar a los jóvenes clientes de la prostitución sobre la gravedad de este pecado. El Papa amonestó duramente a quienes recurren a la prostitución y pidió a los presentes que se impliquen en la lucha “por la dignidad de las mujeres”, para que la sociedad vea en cada una “a una hija de Dios”.

2. Habla, pide consejo

El francés Maxime Rassion, no bautizado, le pidió consejo para salir del vacío existencial en que se encuentra. Francisco elogió su valentía para no acallar las preguntas que se estaban planteando y le animó a compartir sus inquietudes con alguna “persona sabia”, es decir, “alguien que no tenga miedo, que sepa escuchar y que tenga el don del Señor para decir la palabra oportuna en el momento oportuno”.

3. Usa la cabeza, el corazón y las manos

La argentina María de la Macarena Segui, de Scholas Occurrentes, lamentó los enfoques educativos demasiado racionalistas y pidió al Papa consejo para transmitir a los alumnos el sentido de la trascendencia. “Para tener una educación completa hay que usar los tres lenguajes”. Primero, “el lenguaje de la cabeza; o sea, aprender a pensar bien”, lo que, entre otras cosas, exige adquirir conocimientos y criterio propio. “Segundo: el lenguaje del corazón. Aprender a sentir bien” y, para eso, hay que educar los afectos. “Y tercero, el lenguaje de las manos”; es decir, la capacidad de “hacer” y de sacar partido a los dones recibidos.

4. Busca el apoyo de una comunidad

Yulian Vendzilovych, seminarista ucraniano, pidió consejo para los candidatos al sacerdocio. Francisco le animó a realizar el deseo de ser testigo dentro de “una comunidad de testigos”, para que nunca se encuentre solo. La relación entre el sacerdote y la comunidad debe evitar caer en el clericalismo, que reduce la vocación sacerdotal al papel de gestor; en el rigorismo, incapaz de comprender; en la mundanidad –“los sacerdotes mundanos hacen tanto daño”–; en la murmuración.

5. Fórmate bien

La hermana Teresina Chaoying Cheng, estudiante de Teología, planteó una pregunta que, aunque referida a la situación de las religiosas en China, también vale para otras vocaciones: ¿cómo formarse frente a la cultura dominante? Francisco habló de armonizar cuatro aspectos: la formación espiritual, intelectual, comunitaria y apostólica. Para madurar, concluyó, hay que crecer en los cuatro ámbitos, sin esquivar ninguno, sin sobreproteger.

Por otra parte, el Papa ha dirigido una carta a los jóvenes de la UNIV con motivo del 50 aniversario de este encuentro promovido por el Opus Dei animándoles a participar en el próximo Sínodo.