No se le pueden pedir peras a un “alcornoque”

Ya me llamó la atención que en las últimas citas electorales, de distinto ámbito geográfico, poco o nada se habló de Educación. Y es que los partidos políticos estaban en otros menesteres de carácter territorial y económico. Parece, y esto me parece preocupante, que las propuestas en materia de educación no sean suficientes, y mucho menos de un cierto atractivo, para decidir el voto en unas elecciones.

Dedicaron a educación un tiempo que casi da vergüenza calcular en minutos en sus discursos, y casi que quedamos más elegantes computándolo en segundos. Y es que parece que no merece la pena dedicarle tiempo a un tema que no te hará ganar las elecciones.

Por eso, el PSOE ha decidido levantarse de la mesa de negociación y trabajo del Pacto Nacional por la Educación. En un estilo más cercano al chantaje más propio de quien no quiere ayudar a solucionar problemas, la formación socialista no acepta una fórmula de financiación casi igual a la que ellos mismos presentaron con Gabilondo como ministro de Educación. Por lo tanto, en vez de asumir la responsabilidad de la representación que poseen, cada vez menos dicho sea de paso, prefieren radicalizar su actitud y abandonar la más mínima intención de aportar algo para solucionar el grave problema de la Educación en España.

Miren, parece que cuando se trata de consensuar algunos partidos lo conjugan en exceso en sus soflamas pero lo practican poco.

Mientras Ciudadanos, formación nueva pero que ya no novata, se queda perpleja ante una irresponsabilidad de tal calibre, al que en la formación naranja no están acostumbrados. Se quedaron mirando unos a los otros sin entender el porqué. Claro, unos han nacido para anteponer las soluciones a los problemas de este país a cualquier razón partidista, pero otros siguen anclados en todo lo contrario. Es normal la estupefacción.

Podemos que está en un momento de caída libre y sin rumbo, aunque esto último nunca lo ha tenido, sigue sin complejos a la formación socialista en tal decisión, sumando puntos en la columna de políticos irresponsables.

Nuevamente el “ombliguismo” político salta a la escena sin importarle absolutamente nada los ciudadanos. Sin importarle lo más mínimo el futuro de España que bien sabemos que pasa por una Educación de calidad. Les importa poco o nada el futuro, excepto el suyo propio. Quiero pensar que es eso, porque la otra opción es que se vean incapaces de ser lo suficientemente profesionales como para hacer algo bien.

Entiendo que su portavoz de Educación, María Luz Martínez Seijo, como profesora sepa explicar muy bien esto entre sus compañeros de Instituto. Porque yo ya le digo, que yo mismo, como profesor también, y sobre todo como ciudadano, no pienso perdonar la actitud totalmente irresponsable de esta formación política en materia de educación.

Me horroriza, que un partido que se llama, a sí mismo, a gobernar España, no tenga la suficiente templanza como para resolver este asunto de forma cooperativa, que dicho sea de paso es como nos piden trabajar a los docentes en los colegios.

Más bien, me lleva a pensar que el Psoe se marcha de la mesa a la que ellos han sido llamados a participar, y que de ser ellos los organizadores se encargarían de echar a todos los demás, con el fin de quedarse solos y así poder colocar de forma unilateral y sin consenso su nueva y propia Ley de Educación. Vamos, parece que les gusta el papel de "podemizarse".

Por lo tanto, el sectarismo irreductible de algunas formaciones políticas vuelve a resurgir, y parece que la Educación se sigue viendo por los viejos partidos como campo de batalla ideológico. Sin embargo, deben saber, que esa necia e irresponsable actitud no les va a llevar más que al fracaso más absoluto en las siguientes elecciones generales.

Los españoles no somos imbéciles, y de eso deben tomar nota ciertas formaciones políticas antes de llevar a cabo desbandadas absurdas como ésta. Los ciudadanos no soportamos más los choques frontales que algunos, mal llamados líderes políticos, se empeñan en seguir usando como estrategia electoral con el "no es no".

Pero claro, no podemos pedir consenso y conciliación a un partido que tiene todo lo contrario dentro de su propia formación.

No se le pueden pedir peras a un “alcornoque”.