El circo del proces

Elevado a pi el espectáculo circense del secesionismo, parece que ya se vislumbra la auténtica intencionalidad del “proces”, que no es otra que seguir con el espectáculo para que las intensas luces del número de los payasos de amarillo no dejen ver las inmensas grietas de la pésima gestión del nacionalismo en una comunidad autónoma que sufre sus consecuencias.

El nuevo President de la cámara autonómica catalana se pasea por múltiples foros haciendo el ridículo y pensando que expandir la absurda idea de que existen presos políticos en España será como aquel dicho que promulga que repetir hasta la saciedad una mentira la convierte en verdad. Queda manifiestamente claro que fuera de los foros indepes subvencionados por el nacionalismo, los dirigentes del proces se ven como lo que realmente son: demagogos que se sitúan fuera de la ley con una ficción democrática que prácticamente nadie se cree.

Desesperados buscan amparo internacional a su irracional tentativa siendo conscientes de que su crédito mediático se agota en nuestro país.

Son sólo las cegadoras luces de las mentiras del secesionismo las que mantienen en pie un espectáculo circense nacionalista ruinoso que como ciudadano español y europeo me avergüenza.

Mientras esto continúa, Ciudadanos sigue acumulando afinidad como único garante del constitucionalismo español europeísta en Cataluña.

Pido humildemente perdón a todos los artistas y trabajadores de ese maravilloso mundo que es el circo por esta odiosa comparación.