Parece que el Gobierno Popular sigue pensando que la democracia es un engendro que pueden dominar a su antojo, obviando incluso la cuestión deslegitimizante de hallarse en minoría parlamentaria.
Demostrado queda que los populares no saben gobernar negociando políticas, (tampoco es que en mayoría absoluta lo hagan especialmente bien), pues parece que las lógicas exigencias que Ciudadanos le plantea son demasiado para ellos. La razón de esta inoperancia parece ser la evidencia de que Ciudadanos se muestra más capaz de gobernar que el propio Gobierno, y ese es un cartel que no interesa al PP.
Hoy hablan de prorrogar presupuestos hasta que el fin de la legislatura llegue, lo cual prueba la irresponsable actitud de quienes se aferran y ponen por encima sus carteras de piel serigrafiadas en oro a la comunidad a la que representan. Hablan con la mayor de las ligerezas de muchas prórrogas presupuestarias que supondrían la paralización de medidas como la equiparación salarial de la Policía Nacional y Guardia Civil con otros cuerpos autonómicos, las renovaciones de los conciertos autonómicos, la no implantación de políticas de empleo, para autónomos, y un largo etcétera de medidas comprometidas con Cs y los ciudadanos.
Uno se para a pensar y llega a la conclusión de que sería mucho más positivo que el PP dejara gobernar a quien sí quiere hacerlo, es decir, a Cs.