Opinión

El voto útil catalán

Inés Arrimadas junto a Albert Rivera y otros miembros de Ciudadanos

Inés Arrimadas junto a Albert Rivera y otros miembros de Ciudadanos EFE Barcelona

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Los comicios autonómicos convocados por el Gobierno Central en Cataluña han servido para darle una sacudida al Parlament con la que deshacerse de su lastre indepe y poner en un horizonte cercano una cita capaz de dales una ocupación electoralista a los independentistas.

Presos de su mundo de mentiras económicas y sociales los separatistas continúan con sus cantinelas inyectadas en unas instituciones viciadas por el uso doctrinario excluyente de una clase política que ha usado su injusta fuerza electoral para crear un sentimiento nacionalista absolutista.

Mantener una conversación con personas que piensan diferente suele enriquecer la mente, incluso cuando esas personas viven en el reverso tenebroso de un mundo en el que todos los demás sentimos la fuerza en la democracia. Las redes y especialmente Twitter te da la oportunidad a veces de mantener una conversación telegramática que, si no acaba en insultos, suele enriquecer a ambos parlamentarios.

Tuve la ocasión de intercambiar mensajes con un independentista convencido. A pesar de su radicalismo, que por supuesto el también vio en mí, pudimos llegar a un consenso en el punto en que la situación no podía continuar como hasta ahora. El respeto demostrado en el intercambio lleva tatuada la marca de habernos criado ambos en el seno de una Democracia recién comenzada a andar, de hecho gracias a ella pudimos intercambiar reproches con una solvente libertad. Nuestra única diferencia parecía estar en que yo era consciente de mi libertad, él no la veía.

En un momento concreto mi manifiesta afinidad a Ciudadanos le provocó un profundo rechazo, tanto como para llegar al insulto. A partir de ese momento su mente se cerró a las consignas repetitivas que todos -hasta ellos mismos- estamos hartos de escuchar del independentismo. Ningún partido político le hubiera generado el rechazo mostrado a Ciudadanos, probablemente por ser el que más daño hace a las mentiras que nublan su mente y pone de manifiesto la debilidad ideológica de quienes han llevado a esa comunidad al caos institucional.

Cuando uno pide el voto para alguien ha de estar convencido de que esa opción política es la que mejor podrá ejercer el poder si lo ostenta, ese es mi caso, no tengo ninguna duda de que Cataluña necesita un giro hacia la integración en España y Europa, y el único partido capaz de garantizar eso es Ciutadans.