Nunca una Constitución fue tan ignorada y pisoteada desde algunas Instituciones Públicas, siempre nacionalistas, claro, son las que han tenido Carta Blanca, más que Carta Magna en los territorios que decían defender, mientras la clase dirigente, o estamental, se vestía de impunidad y privilegios.
Nunca había sufrido, y sigue sufriendo, mayor amenaza otra Constitución europea, como la padecida por la nuestra este año 2017.
Y nunca ninguna otra Constitución, había tenido tan digna defensa, por parte de sus ciudadanos, reivindicándola en la calle, al reivindicar nuestra condición de ciudadanos españoles, libres e iguales. Fue en Barcelona, un 8 de octubre, de 2017.
Y fue tras un mensaje del rey Felipe VI, en el que no se planteaba la opción de diálogo con supremacistas golpistas que vulneraban la ley, a diferencia de lo que implora PP y PSOE/PSC. Fue un mensaje de reivindicación del Estado de Derecho como único sistema legítimo, pues es el único sistema en el que los españoles son ciudadanos, al ser iguales ante la ley, sin privilegios del poder.
Muchas veces se habla de la anestesia de los españoles ante la barbarie nacionalista, y siempre he creído que no todos los ciudadanos debían ser héroes, a veces únicamente necesitan saber que alguien desde las Instituciones les apoya, y les hace salir de ese bucle de duda, silencio y miedo, de “si los de arriba no dicen nada, no lo voy a hacer yo que no puedo cambiar nada, salvo ser señalado”.
Sé que hoy, 6 de diciembre, es el día en que se celebra, tampoco mucho hasta ahora, la Constitución española, pues es el día en que fue ratificada por los españoles en Referéndum, en 1978, como expresión de la soberanía nacional. El año que viene, España será el único país que tenga dos días de celebración constitucionales, o al menos debería, el de ratificación, 6 de diciembre, y el de su defensa por los ciudadanos soberanos, el 8 de octubre.
Durante estos 39 años, a los españoles no se nos ha explicado mucho sobre nuestro sistema democrático, salvo los que nos hemos formado en Leyes, ya que eso de tener una asignatura de derecho constitucional en los colegios e institutos, no le ha resultado interesante a ninguno de nuestros pasados e ilustres gobernantes.
La ausencia de consciencia sobre nuestros valores constitucionales, ha generado el vacío de conciencia constitucional, lo que ha permitido que muchos no se sintieran agraviados cuando se vulneraba la Constitución al no considerarla algo suya, nuestra, por desconocimiento. Dicho vacío ha permitido que se llenase con el desprecio a nuestro sistema democrático, el de libres e iguales, sustituyéndolo por una conciencia artificial, implantada y sustentada por propaganda y mentiras sobre un sistema de la gente, de la masa, del no individuo, del líder supremo, que utiliza las instituciones para destruirlas y crear el marco para su poder absoluto, no el de la gente.
Este año, como ningún otro, me siento orgullosa más que nunca de este día de la Constitución española. Porque este año, la bandera española se ha reivindicado como símbolo constitucional, como símbolo de igualdad, como símbolo de libertad.
Porque este año, los ciudadanos nos hemos levantado para cubrir el vacío en la defensa de nuestras libertades por parte de los Gobiernos.
Porque este año, nuestra conciencia de solidaridad, de nación, ha despertado por siempre, para defender la igualdad y la libertad.
¡Viva la Constitución!
¡Viva España!
¡Viva el Rey!