Opinión

'Los Miserables'

Francisco Granados en la Audiencia

Francisco Granados en la Audiencia Efe

  1. Opinión
  2. Blog del suscriptor

La grandeza de las personas se mide por el afecto que reciben y no por el volumen y de sus cuentas. Sirva como ejemplo la figura de Victor Hugo. A su funeral acudieron más de dos millones de personas, siendo enterrado con honores, como hombre de Estado. No en vano fue un gran escritor, pensador y político. El personaje principal de su novela Los Miserables, Jean Valjean fue condenado por el robo de unas hogazas de pan para sus necesitados sobrinos.Tras 19 años de condena volvió a la sociedad carente de recursos y valores, reanudando su conducta. En esta ocasión, robará a un obispo y a un niño. La reacción de ambos le marcará psicológicamente y cambiará su vida y su actitud a hacia los demás.

Una de las circunstancias que llama la atención de Valjean es que fue condenado por el robo de unas hogazas de pan, un robo que plasma claramente la desigualdad social en la que vivía. Incluso ante esta situación nos pueden parecer desmesuradas las consecuencias, pero el peso de la justicia recayó sin piedad sobre él.

Qué magnífica lección nos deja Víctor Hugo en su novela. La defensa de los oprimidos. Esta maravillosa historia se puede disfrutar en el Teatro Victoria de Madrid hasta el 30 de diciembre.

Pero la lectura de Los Miserables no nos deja indiferentes en una época y en un lugar en el que los mayores robos cometidos no han sido famélicos, lo han sido precisamente contra los oprimidos que tanto defendía Hugo. Casos como el Gürtel, la Púnica, Lezo… vienen a demostrar que hay mucho Valjean entre nosotros. Sería un triunfo que los actores de estas tramas corruptas al igual que el personaje de Hugo, se vieran marcados psicológicamente y al comprobar cómo han atacado al estado de bienestar y sobre todo a aquellos que menos tienen, cambiaran. Afloraran sus riquezas y simplemente devolvieran lo robado. De lo contrario, todo lo demás será puro teatro.