Opinión

Por un Rajoy catalán y un Puigdemont español

Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. | EFE

Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. | EFE

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Al mirar el calendario y ver que el 1 de octubre es Santa Teresita de Jesús me empiezo a tranquilizar, tal vez ella traiga un poco de cordura a todas las partes por que falta nos hace.

Vivo en Barcelona y aunque suene raro aquí se habla menos de lo que se dice sobre este tema, como en el resto del mundo aquí preocupa más el día a día y aunque sí es cierto que hay tertulias momentáneas diciendo que no veas la que se está liando a la gente le preocupa su familia es su bolsillo y donde podrá ir en los dos puentes que se acercan.

Me gustaría hacer un experimento y cambiar al señor Puigdemont por el señor Rajoy y que dijesen que harían en esa posición con la mochila de cada uno, yo no creo que variase mucho el resultado, ni Puigdemont está tan loco ni Rajoy creo que tenga ganas de tanta pelea, capearían como pudiesen porque ya sabemos todos lo de cada uno es preso de sus palabras y palabras han dicho muchas.

Un Rajoy independentista me preocuparía por su cabezonería.

Un Puigdemont anti referéndum me preocuparía por su cabezonería.

Veis si tampoco son tan diferentes, cada uno dice lo que tiene que decir y lo que los suyos quieren escuchar, no creo que haya ni tan buenos ni tan malos, hay más listos y menos listos eso si.

Igual al despertar al día siguiente uno empatiza con el otro por haberlo vivido en sus carnes y se ponen de acuerdo, difícil, ¿no?

En mi casa me enseñaron que las normas están para cumplirlas y no me ha ido mal ejerciendo esta enseñanza familiar, también me aconsejaron que no me dejase pisar por nadie siempre que pudiese evitarlo, esto también me ha funcionado en alguna ocasión aunque en otras he preferido cambiar de calle, creo que una de las cosas que más he utilizado en mi vida a sido lo de hablando se entiende la gente, suena básico pero parece que en política no se utiliza mucho.

Yo creo que todos tenemos el derecho a decidir sobre muchas cosas, cada unos las suyas pero hablando y llegando a un acuerdo que aunque difícil no es imposible.
Ahora visto el momento creo que hubiese sido más práctico de cara a la galería haber dejado votar, cambiarle el nombre a la consulta para no llamarla referéndum y hacer campaña los del Sí y los del No y todos contentos pero en este mundo falta cabeza y sobra testosterona y bajarse un poquito los pantalones a estas alturas lo veo más que improbable.

Pues suerte y que Santa Teresita de Jesús haga una de las suyas.