Silencios... Silencios...
Los muertos no hablan pero señalan. Los heridos sufren mientras piensan. Los familiares, irritados, esperan. Los ciudadanos de Barcelona, ciudadanos de mente independiente (no independentista), sorprendidos, exigen explicaciones...
Todos ellos no hablan de partidos, ni de política, ni de fuerzas del orden... Hablan de su AYUNTAMIENTO, sede para la convivencia de TODOS LOS BARCELONESES.
¿Dónde están sus responsables, la alcaldesa, los concejales?
Ellos son los que en representación de todas las víctimas, y víctimas son todos los barceloneses y todos sus visitantes, deberían exigir EXPLICACIONES y DIMISIONES.
El silencio del Ayuntamiento es un silencio político, interesado, cobarde.
El Ayuntamiento no debe ser una sede política sino el centro neurálgico para la convivencia de una ciudad.
¡Señora Alcaldesa de Barcelona!, ¡Señores Concejales! ¿Nadie, entre todos, tiene la dignidad de hablar en nombre de TODAS LAS VICTIMAS?...
Los silencios ante la ocultación o verificación de información relevante de posibles riesgos para la población... ESOS SILENCIOS también son responsables.
Los Ayuntamientos son el conjunto de personas que conviven en un municipio... No son políticos... son vecinos...
¡Qué triste!, los famosos “platos de lentejas” siguen siendo suficientes para comprar silencios.
Lo peor de todos es el silencio de toda una población, como escribe el Apóstol Pablo acerca de aquellos cuya conciencia ha sido "cauterizada" o dejada insensible en la misma forma que una piel de animal marcada con un hierro llega a ser insensible a más dolor.