
Imagen de un plato con una tortilla, ensalada de tomate y queso fresco. iStock
Lista en 15 minutos y rica en proteínas: la cena ligera que se hace con tres ingredientes y que enamora a los aragoneses
Esta receta rápida y sencilla es perfecta para los días que no apetece pasar mucho tiempo en la cocina.
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- Total: 15 min
- Comensales: 2
Cuando el tiempo apremia pero no quieres renunciar a una cena sana, ligera y sabrosa, esta receta aragonesa es todo lo que necesitas. Con solo tres ingredientes principales, está lista en 15 minutos, es rica en proteínas y lo mejor: lleva el sabor de Aragón en cada bocado. ¿La clave? La calidad del producto local. No hay que complicarse para comer bien.
Esta ensalada, típica de hogares aragoneses desde hace generaciones, combina tres productos de primera: la cebolla de Fuentes de Ebro, el tomate rosa de Barbastro y el huevo duro. Tres ingredientes, cero complicaciones y un resultado que enamora al primer tenedor.
La cebolla de Fuentes, con su sabor suave y casi dulce, es ideal para tomar en crudo sin que repita. El tomate rosa, carnoso, jugoso y de un color que ya abre el apetito, aporta frescura y una textura que se deshace en la boca. Y el huevo cocido redondea el plato, aportando proteína de calidad y un extra de saciedad. Un trío ganador.
Receta de ensalada rápida
Para aquellos días que no nos apetece pasar mucho tiempo en la cocina esta ensalada con aroma aragonés es perfecta. Tomate, cebolla y huevo duro, no necesitamos más; aunque si se le quiere añadir algo de color, las olivas negras le van como anillo al dedo.
No se necesita un máster para saber juntar estos ingredientes, pero por si acaso hay algún inseguro entre nuestro lectores que necesita un paso a paso, nosotros no estamos aquí para juzgar, sino para ayudar, asi que aquí va la receta:
Ingredientes
- 2 tomates rosas de Barbastro grandes y maduros
- 1 cebolla de Fuentes de Ebro
- 2 huevos duros
- Aceite de oliva virgen extra (mejor si es del Bajo Aragón)
- Sal al gusto
Paso 1
Cuece los huevos si no los tienes ya preparados. Con 10 minutos desde que el agua empieza a hervir es suficiente. Después, enfríalos en agua y pélalos.
Paso 2
Corta la cebolla en juliana fina y, si tienes tiempo, déjala reposar 10 minutos con un poco de vinagre y sal. Esto suaviza aún más su sabor.
Paso 3
Lava bien los tomates, sécalos y córtalos en rodajas generosas.
Paso 4
Monta el plato: coloca una base de tomate, añade la cebolla escurrida por encima y termina con los huevos duros troceados o en rodajas.
Paso 5
Aliña con aceite de oliva, una pizca de sal y, si te gusta, un toque de vinagre o ajo.
Un truco de toda la vida: el pan "para mojar"
Aunque esta ensalada es perfecta como cena ligera, no es delito acompañarla con un buen trozo de pan (de pueblo, si puede ser). El aceite, el jugo del tomate y la sal crean una combinación irresistible en el fondo del plato. Y ahí empieza el ritual: mojar pan y dejar el plato limpio como una patena.
¿Por qué enamora a los aragoneses? Porque es un plato que respeta el producto, que sabe a casa, a verano, a cocina sin prisas aunque se haga en un cuarto de hora. Y porque, además de ser saludable, lleva ingredientes de proximidad que son un orgullo para quien conoce bien la tierra.
Una cena rápida, sin complicaciones y con todo el sabor de Aragón. ¿Se puede pedir más?