Un trabajador autónomo.

Un trabajador autónomo. Freepik

Economía

Soy autónomo y estoy en paro: cómo pedir hasta 5.000 euros de ayuda para abrir un negocio en Aragón

El Gobierno de Aragón trata de frenar la sangría de autonómos con varias medidas que buscan impulsar el emprendimiento.

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Zaragoza
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El Gobierno de Aragón ha activado una serie de medidas para fomentar el empleo en los autónomos y paliar la pérdida de trabajadores que lleva sufriendo la Comunidad en los últimos años. La Comunidad cerró el año por debajo de la barrera de los 99.000 profesionales por cuenta propia hasta quedarse en 98.823, una pérdida de más de 200 afiliados al RETA con respecto a diciembre de 2023.

Ante ello, el Ejecutivo se ha puesto manos a la obra y ha iniciado una serie de ayudas y subvenciones para fomentar y consolidar el trabajo autónomo y el emprendimiento. De esta forma, trata de cortar esa sangría que lleva prolongándose desde hace ya años, y que en los últimos meses ha afectado de forma acuciante a la agricultura y al comercio, sobre todo, en el medio rural.

Así, una de las líneas de subvención abiertas está destinada a reducir los intereses de los préstamos obtenidos para financiar las inversiones necesarias para la puesta en marcha de la actividad. Su importe será equivalente a la reducción de hasta 4 puntos del tipo de interés fijado por la entidad de crédito que conceda el préstamo. Con ello, puede llegar a los 5.000 euros.

Esta ayuda está dirigida a personas desempleadas e inscritas como demandantes de empleo, que se hubiesen establecido como trabajadores autónomos por cuenta propia o como miembros de una sociedad civil o comunidad de bienes y que hubiesen solicitado y obtenido un préstamo a título individual. Los préstamos subvencionables tendrán un importe máximo de 30.000 euros, con un plazo máximo de amortización en dos años.

Para acceder a esta ayuda, el autónomo debe estar dado de alta en el RETA o Mutualidad del colegio profesional que corresponda y en el Censo de Empresarios, profesionales y retenedores. Los préstamos, además, deberán formalizarse en el período comprendido entre los tres meses anteriores al inicio de la actividad y los doce meses posteriores, y tendrán que destinarse a financiar inversiones en inmovilizado material e inmaterial.

Los solicitantes deberán presentar una serie de documentos obligatorios, entre los que se incluyen el contrato o póliza del préstamo, un plan de empresa detallado, el informe del plan de empresa, las facturas desglosadas y, en caso de adquisición de vehículos, los documentos de pago correspondientes. Además, si se pertenece a una sociedad civil o comunidad de bienes, será necesario presentar el contrato diligenciado, y si no se dispone de centro de trabajo, un certificado de empadronamiento.