Vermouth Xaloneret de Bodegas Xaló.

Vermouth Xaloneret de Bodegas Xaló. Bodegas Xaló.

Gastronomía

Ni Altea ni Guadalest, el pueblo de Alicante que se ha convertido en la cuna del vermut

La bebida forma parte de una tradición arraigada en la provincia y está aumentando su popularidad gracias a las nuevas tendencias gastronómicas.

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Entre los variados productos de calidad que se producen en la provincia de Alicante, como el turrón de Xixona, la gamba roja de Denia o el arroz alicantino, el vermut ha sido relegado a un segundo escalón. Sin embargo, en el norte de la provincia hay viñedos y bodegas tradicionales que han elevado esta bebida al siguiente nivel.

Ya sea en el Mercado Central de Alicante o en la plaza de algún pueblo, el vermut es un acompañante fijo para muchos alicantinos. Aunque la tradición no es local, está muy arraigada y se ha reforzado como tendencia gastronómica en los últimos tiempos.

La hora del vermut es un momento indefinido que abarca desde las 12:00 horas del mediodía hasta antes de comer. Es una excusa para ver a amigos y abrir el apetito mientras se disfruta de un buen trago.

Con todo, uno de los mejores vermuts se produce en el pueblo alicantino de Xaló, en la Marina Alta. Este elixir, elaborado por Bodegas Xaló, es famoso por su elaboración tradicional, partiendo de una base de uva moscatel.

Su característico sabor se obtiene tras "macerar ciertas especias y hierbas tradicionales del pueblo para conseguir uno de los vermuts más premiados de la Comunidad Valenciana".

La galardonada bodega cuenta con dos clases de vermuts rojos. El Vermouth Xaloneret se elabora siguiendo "el método tradicional con la variedad moscatel, y un perfeccionado proceso de elaboración, consiguiendo una mejor calidad y una nueva expresión más sutil y elegante. Representando el buen hacer de nuestras raíces, nuestra cultura y tradiciones", señalan. Por otro lado, el Vermouth Vall de Gorgos posee "peculiares e innegables connotaciones sensitivas que lo hacen un típico aperitivo", afirman.

Xaló y el vino

La historia de este pequeño pueblo de poco más de 3.000 habitantes está estrechamente vinculada con la viticultura. Desde 1472, el campesino musulmán del Vall de Xaló constituía una fuente de abastecimiento de uvas pasas para los mercaderes del reino de Valencia.

"Es de suponer que en pleno siglo XV el paladín de las Letras Valencianas, Joanot Martorell, regaba su paladar con vino procedente de sus posesiones en 'la Vall', mientras narraba las aventuras del Tirant", cuentan desde la bodega.

El moscatel romano proliferó durante los siglos XVI y XVII, siendo fuente de un potente comercio con América y Europa. Sin embargo, "a principios del siglo XX, la crisis del negocio pasero y la plaga de la filoxera abrieron una brecha en el brillante transcurrir de nuestra agricultura".

El mal trago terminó en 1962, cuando 14 agricultores tomaron la resolución de asociarse en lo que hoy en día es la Bodega Cooperativa Valenciana Virgen Pobre de Xaló, que después de más de 50 años de existencia se erige como "verdadera nave capitana de la viticultura de la comarca", expresan.