
Imagen de la ciudad.
Ni Biar ni Alicante, el precioso pueblo medieval que debes visitar este invierno: una joya de la historia
Sus calles acogedoras y entornos naturales son perfectos para una escapada en familia.
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Los días de frío polar en Alicante pueden hacer que muchos amantes de la naturaleza se echen para atrás a la hora de organizar una escapada, prefiriendo quedarse en casa calentitos.
Sin embargo, si uno se abriga bien, el invierno puede ser una época perfecta para explorar nuevos lugares o simplemente redescubrir aquellas localidades de nuestra provincia que ofrecen un encanto especial durante los meses de más frío.
Y es que en la provincia de Alicante se encuentran verdaderas joyas de la naturaleza y localidades que desprenden un ambiente único. Por ejemplo, donde la historia y la tradición se encuentran con paisajes deslumbrantes, se erige Villena, una joya escondida que merece estar en tu lista de lugares por descubrir este invierno.
Villena no es solo un pueblo; es un viaje en el tiempo. Desde su imponente Castillo de la Atalaya, que domina la ciudad desde una colina rocosa, hasta sus estrechas calles llenas de encanto medieval, cada rincón parece contar una historia.
Este castillo, una fortaleza de origen árabe, es el emblema de Villena y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes, especialmente en las frescas y luminosas mañanas invernales.
Cultura y gastronomía
El casco antiguo de Villena te invita a pasear sin prisa, descubriendo plazas acogedoras y edificios históricos como la iglesia de Santiago o el Palacio Municipal, una joya renacentista.
Pero no solo su arquitectura fascina; Villena también alberga uno de los tesoros arqueológicos más importantes de España: el Tesoro de Villena, una colección de piezas de oro y bronce que data de la Edad del Bronce y que se exhibe en el Museo Arqueológico.
El invierno en Villena no sería completo sin sumergirse en su gastronomía. Aquí, los sabores tradicionales cobran vida con platos como el arroz con conejo y caracoles o las gachamigas, perfectos para combatir el frío. Además, los amantes del vino encontrarán en Villena un paraíso, ya que la región es conocida por sus bodegas de excelencia y vinos de carácter único.
Naturaleza y tradición
Para los que buscan conectar con la naturaleza, Villena ofrece rutas de senderismo que revelan un paisaje diverso y encantador. La Sierra de la Villa y sus alrededores invitan a explorar, con senderos que serpentean entre pinos y olivos, creando un ambiente perfecto para relajarse y desconectar del ajetreo diario.
Aunque Villena es famosa por sus fiestas de Moros y Cristianos, el invierno no se queda atrás. La ciudad se engalana con luces y mercados navideños durante las semanas de Navidad y sus calles cobran vida con eventos culturales y actividades familiares durante todo el invierno.
En definitiva, Villena combina a la perfección historia, cultura, gastronomía y naturaleza, convirtiéndose en un destino invernal ideal para quienes buscan algo más que una simple escapada.