
La preparación del circuito que están haciendo estos días en Benidorm.
Así transforma Benidorm sus parques en un espectacular circuito para la Copa del Mundo de ciclocross
La prueba, que se celebrará el próximo domingo, ha convertido el pulmón verde de la ciudad es un espectacular recinto deportivo que acogerá a más de 15.000 espectadores.
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El próximo domingo, Benidorm volverá a ser el centro del universo del ciclocrós al acoger, por tercer año consecutivo, una prueba de la Copa del Mundo. La localidad alicantina ha normalizado algo excepcional y casi contracultural al contar de forma regular con una prueba de este circuito internacional, cuyo hábitat natural son los Países Bajos, Bélgica, Francia y otros países del norte de Europa.
Benidorm ha sabido adaptarse a las condiciones de una competición que mezcla hierba, arena, barro, obstáculos, escalones y, en ocasiones, asfalto, en un circuito completamente natural. Para lograrlo ha tenido que tunear dos de sus parques más emblemáticos y visitados, Foietes y El Moralet, que ya están listos y preparados para acoger a más de 15.000 espectadores.
Súper estrellas como Wout van Aert, Felipe Orts, Fem Van Empel o Marianne Vos van a estar compitiendo en el mismo pulmón verde de la ciudad, algo poco habitual en otras sedes de la Copa del Mundo.
"El montaje del circuito empieza en septiembre, cuando empezamos a trabajar con los proveedores y definimos todo el diseño y la infraestructura que requiere", relata Miguel Ángel Ortega, responsable técnico de la Copa del Mundo de Ciclocross.
"Hace un mes entraron a trabajar el personal y la maquinaria. Desde entonces, estamos avanzando a diario para que este lunes estén listos todo el trazado y los senderos. A partir de ahí, llegará el momento del montaje puro y duro de vallas y demás", detalla.
"Hemos trabajado duro para prensar o retirar piedras de los senderos, pensando en los ciclistas y también en los paseantes", añade Ortega, quien explica que para esta nueva edición "vamos a entrar hacia la parte más alta de El Moralet para darle profundidad al circuito y ofrecer a los ciclistas un lugar donde exprimirse un poco más, dado que posteriormente hay una zona de recuperación en la bajada".
"Esto va a propiciar que el circuito gane 300 metros de cuerda, dado que la parte de Foietes será idéntica porque gustó mucho a los aficionados al permitirles ver a los ciclistas varias veces, a derecha e izquierda", apostilla.
Contrastes
Uno de los puntos fuertes de Benidorm, donde ya han ganado dos ciclistas totémicos como Van Aert y Van der Poel, es la peculiaridad del diseño y la simbiosis con el entorno. "El encanto de este circuito es contar con dos zonas muy diferenciadas. Primero, una urbana como Foietes; luego, otra completamente forestal como El Moralet… estando en todo momento a unos pocos centenares de metros de la playa", resume Ortega.
"La naturaleza del terreno de Benidorm propicia un trazado muy rápido y bastante diferente a otros de la Copa del Mundo", añade en alusión a los arenales de Países Bajos o el barro tan característico de las pruebas flamencas.
Otro de los alicientes de esta competición es que permitirá un día antes, con motivo del BenidormCX, es que los ciclistas aficionados podrán rodar por el mismo circuito por el que unas horas después pasarán las estrellas de la Copa del Mundo.
Las lluvias de otoño y el uso por parte de los ciudadanos deterioraron los parques, provocando socavones, movimientos de piedras y desperfectos en varios puntos durante los últimos días. "Se pasó el rodillo para dejarlo todo en perfecto estado", explicó días atrás el concejal José Ramón González de Zárate.
"En definitiva, lo que hacemos es dejar el recinto más amable para las personas y los deportistas", añade el edil. Y es que no solo el circuito ha sido mejorado, sino también todos los senderos para que los espectadores puedan desplazarse de un punto a otro durante la prueba.