Soria y Khaled en el parque frente a su residencia de Cáritas.

Soria y Khaled en el parque frente a su residencia de Cáritas. Jorge Verdú

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Soria, desahuciada con su hijo Khaled con 95 % de discapacidad, busca casa en Alicante: "Es muy duro"

La familia argelina tuvo que dejar todo y mudarse a la ciudad para tratar una enfermedad del menor que supone un "grave riesgo para su vida".

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Alicante
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La vida de la argelina Soria Oukil no ha sido fácil desde que tuvo a su hijo Khaled. Un viaje a Alicante, la pérdida del empleo, costosas y delicadas operaciones, estar lejos de amigos y familia, y un desahucio han marcado sus últimos años.

Esta mujer, de 40 años y natural de la ciudad argelina de Orán, tuvo que darle un giro a su vida debido a la enfermedad de su hijo de siete años. Khaled nació con tan solo seis meses de gestación y con una infección que le causó parálisis cerebral infantil con epilepsia, resultando en un 95 % de discapacidad y una movilidad reducida del 83 %.

Ambos tuvieron que coger un barco hace tres años y dejar toda una vida atrás para operar al menor. "Trabajaba en una residencia universitaria y tuve que abandonar mi trabajo porque mi hijo es lo primero", cuenta Soria frente al Centro de Educación Especial Santo Ángel de la Guarda, en Alicante.

Allí, su hijo pasa sus horas más felices. "En las vacaciones de Navidad estaba enfadado porque cuando mejor se lo pasa es en el colegio con sus amigos", resalta su madre.

En el patio, junto a otros niños y niñas con diversidad funcional, Khaled se divierte, ajeno a la montaña rusa emocional por la que ha pasado su madre en los últimos años.

Soria en el Centro de Educación Especial Santo Ángel de la Guarda de Alicante.

Soria en el Centro de Educación Especial Santo Ángel de la Guarda de Alicante. Jorge Verdú

Con dificultad para encontrar las palabras en castellano para explicar su dura situación, Soria recuerda que tuvieron que venir a España para operar a Khaled de un ojo que tenía infectado. "Era una situación muy grave", señala.

La intervención requería la extracción de uno de los globos oculares del niño porque estaba muy dañado, pero no pudieron realizarla en Alicante y tuvieron que trasladarse a Barcelona para hacerla. Los 8.500 euros que costaron el viaje y la operación los consiguieron gracias a donaciones.

Una vez resuelta la emergencia médica, Soria se encontró sin trabajo, sin saber el idioma y enfrentándose a un mercado de alquiler con precios prohibitivos y en sus máximos históricos. Finalmente, ocupó una vivienda en el barrio alicantino de Colonia Requena.

Tras dos años y medio allí, el pasado agosto fueron desahuciados tras un primer intento frustrado por vecinos y miembros del Sindicato de Barri de Carolines, quienes se plantaron frente a la Policía armados con carteles y pancartas. Soria sostiene que fue "un momento muy difícil psicológicamente" al verse en la calle.

Por si fuera poco, no puede encontrar trabajo debido a los constantes cuidados que requiere el pequeño. "Es muy duro, pero es el regalo de mi vida", valora.

Concentración a las puertas de la vivienda.

Concentración a las puertas de la vivienda. Cedida

Volver a Argelia no es una opción para ellos. Su hijo "requiere asistencia sanitaria especializada, de imposible acceso en su país de origen, y el hecho de interrumpirla o no recibirla supondría un grave riesgo para su salud o vida", detalla un expediente emitido por el Hospital Dr. Balmis de Alicante.

En busca de un hogar

Actualmente residen gratuitamente en una vivienda social de Cáritas en el barrio de San Agustín. "Vivimos solos porque Khaled tiene necesidades especiales y hace mucho ruido", explica Soria.

Están esperando a que la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVHA) les asigne una casa. "En Cáritas podemos estar como máximo un año. Nos han ofrecido casas en Monóvar, pero allí no hay colegio especial", lamenta.

"Este año han salido casas en Alicante, Elche y Elda. Nosotros estamos intentando que sea en Alicante, da igual cómo sea, porque aquí tiene que ir a rehabilitación para evitar otra operación", continúa.

Soria se refiere a una desviación en la cadera que provoca que Khaled tenga episodios de dolor agudo y que no pueda abrir las piernas. No quiere someterlo a la operación porque es "muy peligrosa". Según explica, meses después de la intervención podría volver a salirse la cadera.

Por eso, insiste en que le asignen una vivienda en Alicante, donde Khaled comenzará el mes que viene una rehabilitación en un yacusi en invierno y en el mar en verano. Estas terapias tratarán de ayudar a mejorar su movilidad, reducir el dolor y evitar la complicada operación.