Acción y reacción.

Acción y reacción.

La Jungla / Social Sexismo

La furibunda venganza de una ciclista contra un 'baboso' abre el debate en Reino Unido

En la Jungla. El conductor de la camioneta aprovechó un semáforo para pedirle su teléfono e incluso la acarició sin su consentimiento. La escena había sido presuntamente guionizada para ilustrar la cotidianidad del abuso. 

22 febrero, 2017 13:38

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Una fantástica lección de empoderamiento que hará que los machistas se lo piensen dos veces antes de sobrepasar ciertos límites, para muchos; una reacción exagerada, para algunos. Un vídeo subido en las últimas horas a la Red y grabado presuntamente de forma fortuita en las calles de Londres polariza el debate en Reino Unido. La productora que originalmente lo colgó en la Red, Jungle Creations, ha aclarado que lo que en un primer momento circuló como un hecho real es en realidad un evento guionizado.

La escena, tal y cómo la presenta el vídeo, es sorprendida por la dash cam de un motorista, una cámara instalada en la parte frontal del vehículo para grabar el trayecto y servir de prueba en casos de litigios por choques y accidentes. Tiene lugar en un cruce de Tottenham Court Road, una de las históricas arterias de la capital británica, cuando una ciclista se pone a la altura en un semáforo de una camioneta en la que viajan al menos un par de operarios.

Para cuando el motorista llega, la escena ya es tensa: la mujer se está apartando de la ventanilla de la furgoneta desde la que el conductor se ofrece a darle su número de teléfono. "¡Dejame!" - grita la mujer, apartando al hombre con la mano, lo que alarma a la persona que está grabando y hace ademán de intervenir. "Oye, oye, no seas así"- se oye decir desde el vehículo.

Sin embargo, el hombre al volante de la furgoneta no suelta presa, y sus palabras toman un desagradable giro sexista. "Eso no ha sido muy propio de una señorita por tu parte, ¿verdad?" - ironiza mientras vuelve a colocar el espejo retrovisor que la mujer ha golpeado. "¿A qué escuela de modales has ido? Deberías decirle a tu padre y tu madre que pidan un jodido reembolso". La joven no se deja arredrar: "Cállate, perro viejo".

"¿Tienes la regla?" - continúa con el acoso el hombre, para optar a continuación por un tono más meloso: "Escucha, no seas así, venga". Pero al mismo tiempo alarga la mano y acaricia el hombro desnudo de la ciclista. Ella se revuelve y le golpea en la mano, él insiste: "Venga, dame tu teléfono. Nos iremos de copas". La joven responde a la oferta con una peineta.

Cyclist Girl Gets Revenge On Catcalling Van Drivers

La violenta situación se resuelve cuando el semáforo pasa a verde y la camioneta arranca, pero la ciclista pedalea a toda prisa para perseguirla, y tras ella, el motorista que lo está grabando todo. Un par de manzanas más allá los operarios se detienen: la mujer se para a su altura, arranca de un par de tirones el espejo retrovisor y se marcha. "Esto es exactamente lo que os merecéis, escoria" - les dedica nuestro cámara antes de seguir su camino.

Cerca de 90.000 compartidos en Facebook después, una inmensa mayoría de comentarios elogia el escarmiento a los 'babosos'. Troleadas machistas a parte, una minoría no acaba de aprobar la reacción de la mujer, a la que ven agresiva desde el primer momento, y a la que reprochan los destrozos causados a la furgoneta que probablemente no pertenece al hombre que la conduce sino a su empresa.

Si la ciclista reaccionó de forma demasiado agresiva al intento de ligar es un hecho irrelevante, responden al argumento, desde el momento en el que el hombre alargó la mano para acariciarla sin su consentimiento y cruzó la frontera convirtiendo el abuso en físico.

Desde que Sadiq Khan llegó a la alcaldía de Londres, la capital británica ha declarado la tolerancia cero hacia el sexismo. Entre las medidas impulsadas están la de prohibir la publicidad que "objectifique" y "promueva expectativas irreales" del cuerpo de la mujer en el Metro, y la de combatir la desigualdad salarial que alcanza el 15% y que se dispara entre los ejecutivos de la City.

En 2014, una de cada dos mujeres en Reino Unido declaraba haber sido objeto de abuso sexual o físico. "El sexismo en Londres está empeorando" - escribía entonces la autora Yazmin Joy Vigus. "Hace seis meses me metieron mano en la calle mientras volvía a casa desde el cine. Sí, un tipo simplemente cruzó la calle y me apretó un pecho (...) Si este joven confiado en sí mismo tuvo las agallas para meter mano a una desconocida en público en una calle de Londres, me repugna pensar qué hará en privado".

Vigus ya predecía que las mujeres terminarían tomándose la justicia por su mano como en el caso de la ciclista: "Si Londres se convierte en el Far West, entonces tendremos que ser más como John Wayne". Sin embargo, no faltaron quienes desde el primer momento identificaron que la secuencia grabada era demasiado redonda como para no hacer sido guionizada, apuntando a un posible experimento social como el famoso vídeo en el que una mujer grabó todos los piropos e insinuaciones que recibió al caminar por Nueva York.

10 Hours of Walking in NYC as a Woman