El arresto del Freddy Krueger del Raval.

El arresto del Freddy Krueger del Raval. @la_flama Instagram

La Jungla / Social

El 'Freddy Krueger del Raval' reaparece armado con un sable

En la jungla. Este violento individuo aterrorizó el pasado febrero a los transeúntes con cuchillas en las manos. La Policía pide ayuda.

12 mayo, 2016 08:08

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En la Red le conocen como 'Freddy Krueger' o 'Lobezno', en referencia a personajes dotados de peligrosas garras en sus manos. Pero no es uno de los fans disfrazados que han abarrotado estos días la ciudad condal con motivo del Salón del Cómic y el Manga de Barcelona. Se trata de un individuo con problemas psiquiátricos y tendencia a la violencia que aterroriza a los vecinos del Raval y preocupa seriamente a la Guardia Urbana.

'Freddy' saltó a la fama en la Red el pasado 17 de febrero. Los agentes municipales recibieron a primera hora de la mañana el aviso de que una persona armada con cuchillas en las manos estaba amenazando a los transeúntes en la calle Hospital. La cuenta de Instagram @la_flama, que sigue las operaciones de los servicios de emergencia, acompañó a los efectivos y grabó la detención.

En el vídeo se observa cómo el agresor se enfrenta a los agentes: en cuclillas y posición de ataque, recuerda efectivamente a alguno de estos personajes de ficción. Pero los objetos cortantes en sus manos eran reales. Media docena de efectivos, protegidos por escudos, fueron movilizados para reducirle.

Intervención de la #GUB #USP @usp_unitatsuportpolicial

Un vídeo publicado por @la_flama el 17 de Feb de 2016 a la(s) 7:10 PST

Según publica la edición barcelonesa del diario El País, tanto los Mossos d’Esquadra como la Guardia Urbana han cumplimentado decenas de informes sobre este hombre. Sufre una enfermedad mental que le provoca brotes de violencia y reside en la Ciutat Vella en un piso tutelado, pero según denuncian al medio, "no se ocupan de él".

"Pasa unos días bien y regresan los problemas", lamenta esta misma fuente. 'Freddy' ha sido detenido de nuevo mientras paseaba con un sable de grandes dimensiones por la calle, cubriéndose el rostro con un casco de motorista.

Por su corpulencia, además, el hombre presenta una grave amenaza cuando se pone agresivo. "Esperemos que no haga un desastre muy gordo", lamenta resignado un patrullero.