<![CDATA[El Español - Embassy]]> <![CDATA[El Español]]> <![CDATA[Margarita Taylor, la mujer que servía alcohol en las teteras de Embassy]]>

Una serie de televisión contará la vida de la dueña del mítico salón de té, en el que espías ingleses y alemanes coincidían en Madrid durante la II Guerra Mundial.

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<![CDATA[Los famosos se movilizan para salvar el Embassy]]>

Tras el anuncio del cierre de la histórica cafetería, personajes del mundo de la cultura, el arte, la televisión y la comunicación para reivindicar la importancia histórica de los lugares emblemáticos.

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<![CDATA[La misteriosa señora Taylor, la mujer que convirtió Embassy en un nido de espías]]>

Margarita Kearney Taylor fundó el salón de té en 1931 -hoy, a punto de cerrar sus puertas- y muy pronto se convirtió en punto de enlace entre diplomáticos y refugiados británicos. James Burns, amigo de su familia, recuerda para EL ESPAÑOL los momentos críticos en la vida clandestina de la mujer: "La memoria está amenazada".

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<![CDATA[Así se convirtió Embassy en un refugio para judíos frente a la embajada nazi]]>

Margarita Taylor, fundadora, acogió en su salón de té a quienes trataban de escapar del totalitarismo.

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<![CDATA[En Embassy tomaron pastitas y té desde Isabel II a John Travolta pasando por Cantinflas]]>

El emblemático local de la Castellana es conocido por ser el lugar de encuentro de espías y poderosos tras la II Guerra Mundial, pero estrellas de Hollywood, miembros de la realeza y políticos también figuran entre sus clientes más VIP.

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<![CDATA[El clásico salón de té Embassy cerrará a final de mes tras 86 años]]>

El local ubicado en Paseo de la Castellana 12 dice adiós por la venta del inmueble a un inversor.

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<![CDATA[¿Ganas de mar? Ideas para disfrutarlo aquí y ahora]]>

Si te descubres soñando despierto con la costa, la playa y la brisa marina, aquí te proponemos varias sugerencias para saborearlo, olerlo, soñarlo y recordarlo con los cinco sentidos, estés donde estés.

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<![CDATA[Puigdemont y Dalila]]>

La sentencia sobre el caso Blanquerna, en la que el Supremo condena a más de cuatro años de cárcel a los ultras que agredieron a Sánchez Llibre, me recordó la anterior agresión efectuada en Madrid contra un representante electo del nacionalismo catalán.

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