Las cremas 'low cost'.

Las cremas 'low cost'. Jorge Barreno

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Las cremas 'low cost' de Lidl y Mercadona que arrasan: ¿cuál es mejor?

Sisbela y Cien son la sensación en el mercado de la cosmética. Una experta analiza los componentes de las cremas para determinar si, en efecto, son tan buenas como se anuncian.

30 agosto, 2017 16:07

Las cremas low cost del Lidl (2,99 euros) y Mercadona (5 euros) son un bien escaso en las estanterías de sus respectivos supermercados. La alta calidad y bajo precio de estos productos antiarrugas han causado furor en el mundillo de los productos de belleza. Primero sucedió con la crema Cien de Lidl, elegida en septiembre del año pasado como la mejor crema del mercado, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Ahora arrasa Mercadona con la suya, Sisbela: ha vendido más de 40.000 unidades.

En busca de la crema perdida

Tras ser elegida como la primera del mercado, frente a cremas de 200 euros, la crema Cien se agotó en 72 horas. La cadena de Juan Roig ha creado, también, su propio fenómeno cosmético. Venden a cinco euros una crema con los mismos componentes de otra que comercializaba la marca Alain por 84,90 euros. Recientemente han bajado el precio a 55 euros. La loción se agota cada día mientras la cadena lucha por estar a la altura de la demanda.

Salimos en busca de las dos cremas por Madrid. La Cien de Lidl aparece en abundancia en el primer supermercado visitado. La locura ha quedado atrás. La del Mercadona resulta más difícil de encontrar.

La 'Cien', elegida por la OCU como la mejor del mercado, se vende en abundancia.

La 'Cien', elegida por la OCU como la mejor del mercado, se vende en abundancia. F.M.

“Es la que más se vende. Nos la traen casi todos los días pero no dura nada”, comenta uno de los dependientes del Mercadona de Ronda de Atocha (Madrid). La loción está agotada. Hay que intentar en otro. En la calle Ferrocarril tampoco hay. Las dos tiendas de la calle de Antonio López también tienen el producto agotado. A seguir buscando. En el Mercadona de Avenida de Andalucía, el escaparate está vacío. Maite, una vallecana de 57 años, está de mala suerte. “Es la que compro yo”, refiriéndose a la crema, “es de las mejores del mercado y es barata. ¿Qué más se puede pedir?”, declara la compradora. Ha intentado conseguirla en dos Mercadonas antes de venir a este.

Continúa la búsqueda. Un Mercadona más pequeño en Avenida de los Rosales. En el pasillo de cosmética se asoman dos cajas azules de la crema Sisbela, que resaltan en medio de todos los productos de la estantería.

¡Bingo! Seis mercadonas y ocho kilómetros después, la crema aparece. “Cinco euros, muchas gracias por su compra”, dice la cajera. La mujer comenta sorprendida al escuchar la dificultad que ha supuesto encontrar el producto: “Es raro, aquí no se han acabado ningún día que yo sepa, las reponen antes de acabarse”. Con los dos envases de 50 ml sólo hace falta analizar sus compuestos.

Hizo falta acudir a seis supermercado distintos para encontrar la Sisbela.

Hizo falta acudir a seis supermercado distintos para encontrar la Sisbela. F.M.

¿Son realmente tan buenas como parecen ser? 

Marta Uriel Gallego es profesora de Dermofarmacia y Tecnología farmacéutica en la Universidad de San Jorge. La experta afirma que con las etiquetas hay que tener mucho cuidado y no se debe juzgar sólo por esto.

“En cuanto al precio de los cosméticos, hay una multitud de factores que pueden afectar y por tanto, el precio no sólo se justifica en la composición de los mismos”, explica la experta a EL ESPAÑOL. Uriel explica también que además de la composición y las pruebas galénicas (de fabricación) de las cremas, se suman otros factores fundamentales como la investigación e innovación, los controles llevados a cabo, calidad de productos empleados, el canal de distribución y la marca.

La crema Sisbela de Mercadona

La crema Sisbela de Mercadona

La profesora no se decanta por cuál es la mejor de las dos cremas de moda sin un análisis profundo. No obstante, detalla un poco de información útil que ofrecen sus etiquetas. La Sisbela (Mercadona), a pesar de ser una muy buena crema, contiene productos como el Propilenglicol y la Trietanolamina, que se han asociado en el pasado a irritaciones en la piel y dermatitis. También Dimeticona, una silicona cuestionada para las pieles grasas. La Sisbela tiene 48 ingredientes frente a los 38 de la Cien.

La crema Cien (Lidl), por su parte, contiene Dimeticona y Phenoxyethanol, al igual que su competencia. Y se diferencia en que incluye, por ejemplo, parabenos: Etil y Metil, unos conservantes que han sido cuestionados por su posible efecto sensibilizador. Son los únicos permitidos, a pesar de la moda que ha surgido de los cosméticos "sin parabenos" ante la sospecha de posibles efectos cancerígenos.

-¿Qué esperamos de un producto según su precio? “Esto es algo a tener en cuenta”, señala la farmacéutica. Concreta que “una crema que vale tres o cinco euros tiene distintas expectativas que una de 50”. La calidad de estas cremas low cost para el precio que ofrecen es indudable.

La crema Cien de Lidl

La crema Cien de Lidl

Sin embargo, según sus componentes -confirma la experta- las cremas no son tan maravillosas como pueden parecer en publicidad. Un dato fundamental es que todos cumplen con la legislación. Lo único que expone este análisis es la calidad en la composición. Sólo uno de los factores que influyen en el precio.

A pesar de no decantarse por ninguna de las dos marcas, Uriel sí declara que, según los elementos analizados en la etiqueta, es cuestionable que se hable de estas cremas como “las mejores del mercado”. Algo que se atribuyó en su momento a la crema Cien.

CONSEJOS PARA ELEGIR

Para finalizar, la experta da unos consejos a seguir a la hora de comprar cremas:

-No dejarse guiar únicamente por el precio, ni por la publicidad, ni por el consejo "de la vecina". Debemos ser críticos y priorizar otros factores.

-No obsesionarnos con las "modas cosméticas" como los productos bio, los "sin parabenos" u otras cuestiones que pueden no ser prioritarias en mi elección. Si lo son, tenerlo claro y no dejarse llevar.

-Tener claro lo qué busco y lo qué necesito. El qué necesito vendrá dado por factores como mi tipología de piel(grasa, sensible, seca...), mi edad, la época del año o cuándo quiero aplicarme el producto, por ejemplo.

-En caso de no tener claro algunos de los aspectos anteriores, consultar al farmacéutico o dematólogo. El farmacéutico es un profesional mi cercano y con una especial preparación para conocer la piel y los productos que vamos a aplicar sobre ella.