Con 44 años, el brasileño José Datrino se convirtió en el Profeta Gentileza.

Con 44 años, el brasileño José Datrino se convirtió en el Profeta Gentileza. Dado Amaral

Reportajes LA FILOSOFÍA DE JOSÉ DATRINO

Los 10 mandamientos del Profeta Gentileza: no es Cristo, pero en Brasil le veneran como si lo fuera

Con 44 años, José Datrino dejó a su mujer e hijos y se convirtió en el Profeta Gentileza. Entre sus diez mandamientos, que han quedado para la posteridad tras su muerte en 1996, destaca el de "La gentileza genera gentileza". En Brasil es venerado casi como una deidad.

14 abril, 2017 01:59
Río de Janeiro

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En el centro de Río de Janeiro, bajo los emblemáticos arcos de Lapa, pasa una procesión con una imagen de Cristo llevando la cruz. De lejos, decenas de personas miran impasibles a pesar de llevar camisetas blancas con la imagen de un hombre barbudo de pelo largo y túnica.

El motivo de reunión alternativa no es la muerte de Cristo, sino el centenario del nacimiento del Profeta Gentileza. El evento pagano tiene como protagonista indiscutible a su hija mayor, Maria Alice, de 77 años, que cuenta con orgullo a EL ESPAÑOL cómo su padre sintió una fuerte llamada a los 44 años: una alegría plena y una voz astral que le indicó que abandonara toda su vida material y se dedicara a pregonar la palabra. La palabra de la gentileza.

Así fue su transformación

Dejó a su mujer y a sus cinco hijos y recorrió todo Brasil con su principal emblema: 'Gentileza genera gentileza'. "Solo vivía para su vida espiritual", explica María Alice con una limpieza en la mirada que no esconde ni un ápice de rencor. Con una sonrisa cuenta que la familia lo internó en un psiquiátrico hasta que el doctor les entregó a su padre de nuevo “este hombre no esta loco, está pregonando la palabra”.

Tres de las hijas de José Datrino, quien luego más tarde se convirtió en Profeta Gentileza. A la derecha, Maria Alice.

Tres de las hijas de José Datrino, quien luego más tarde se convirtió en Profeta Gentileza. A la derecha, Maria Alice. M

En el imaginario colectivo de Brasil y de Río de Janeiro están grabadas las palabras y la caligrafía de José Datrino, como se llamaba el Profeta Gentileza. De forma física están en los pilares del Scalextric que se levanta junto a la estación de autobuses y que amortiguan con un poco de amabilidad el impacto gris de miseria con el que la ciudad recibe a los viajeros en ese lugar.

Un loco, un hippy, un filósofo que perseveró 35 años en su incansable predicación de la amabilidad. "El amor para el cristianismo es la gentileza para el Profeta Gentileza; el mundo fue creado por el Dios Gentileza y la naturaleza es gentil", resume Dado Amaral, cineasta y escritor que recogió en un documental las andanzas de este personaje ya histórico.

Gentileza era ya un hombre bastante mayor en el 94 (murió en el año 96) que se dirigía a los viandantes con flores en una mano y con una tabla de refranes a modo de Moisés con sus diez mandamientos en la otra. Así se acercó también en una ocasión a la ventana del coche de la cantante Marisa Monte: "No pedía, ofrecía su palabra, era una figura muy interesante". Monte incluso le escribió una canción titulada 'Gentileza'.

La letra de la canción narra el episodio más oscuro para los seguidores del Profeta Gentileza. Una vez muerto, el ayuntamiento de Río de Janeiro decidió que las enseñanzas de los 56 pilares del viaducto que pintó Gentileza no servían para nada. El kilómetro y medio de páginas de hormigón llenas de frases fue cubierto de pintura gris. Esa torpe intervención urbanística marcó el inicio de la verdadera fama del Profeta. Un movimiento artístico restauró las pinturas y consiguió que se declararan patrimonio de la ciudad en 2000.

Los comerciantes empezaron a estampar el lema 'Gentileza genera gentileza' en camisetas, llaveros, imanes... Los brasileños han encontrado en el refrán la frase que resume su disposición espontánea a la ayuda rápida. Un auténtico himno del país identificado por todos los turistas con la caligrafía del Profeta Gentileza.

El Profeta Gentileza se convirtió en un icono aún mayor tras su muerte, en 1996.

El Profeta Gentileza se convirtió en un icono aún mayor tras su muerte, en 1996.

Los seguidores de Gentileza no saben responder si se trata de una religión, una filosofía o una moda. Algunos orgullosos, como el cineasta Dado Amaral, hacen hincapié en sus frases contra el capitalismo. Su carácter decididamente anticlerical no pareció molestar mucho a la Iglesia. En realidad, no era nadie de quien preocuparse en vida. La sombra oscura de su moralismo reprendiendo a las chicas que llevaban pantalones o faldas cortas se ha quedado en anécdota con el paso de los años.

Esta Semana Santa, como si no hubiera ninguna contradicción con las fechas, sus seguidores se reúnen para dar las gracias al Profeta Gentileza. Su hija me corrige: "No se dice 'gracias¡, se dice 'agradecido por la gentileza'".

Los diez mandamientos del Profeta Gentileza

1. La gentileza genera gentileza.

2. Nunca es tarde para una gentileza porque nunca se sabe cuándo será demasiado tarde.

3. Quien no vino para servir no sirve para vivir, debe desaparecer.

4. El dinero es la raíz de toda maldad, la planta de toda la infelicidad.

5. El demonio es el capital, que vende todo y destruye todo.

6. La gentileza es como el niño que hay dentro de nosotros, basta con dejarlo existir.

7. Un amigo de verdad es capaz de escuchar sin criticar; es capaz de dar sin que nadie lo note; la amistad no cobra, no impone, no exige, simplemente existe.

8. Todas las personas tienen algún talento que puede ser aprovechado de alguna forma. Basta con ver lo que esas personas tienen de bueno.

9. La gentileza se comienza a practicar en casa, permitiendo que nuestros hijos brinquen y sean inocentes. ¡El niño tiene que ser niño!

10. ¿Cómo ser feliz en el trabajo? Amando. ¿Cómo ser una persona plena? Trabajando. ¿Cómo alcanzar la plenitud? Siendo gentil.