Las conclusiones a las que llega la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en las pesquisas de la operación Lezo, que investiga el desvío de decenas de millones a través del Canal Isabel II y la financiación ilegal del PP madrileño, son cada vez más comprometedoras para el hombre fuerte de Atresmedia.

Los agentes que han cotejado las conversaciones intervenidas a Mauricio Casals sostienen que el también presidente de La Razón actuó a instancia de Ignacio González para detener la cobertura de La Sexta sobre actividades criminales del expresidente de la Comunidad de Madrid. La voluntad de Casals no sería otra que la de “obtener impunidad mediática y judicial” para el ex dirigente popular.

En la trama

Al acusar al Príncipe de las tinieblas -como se conoce a Casals en el mundo empresarial y político- de maniobrar para proteger al principal encausado, los investigadores lo sitúan en el centro del caso y no como un mero actor de reparto. Una conclusión lógica a tenor de muy embarazosas conversaciones en las que Casals reconoce su capacidad de influencia: “Somos más peligrosos nosotros en el boca oreja que en el periódico”, llega a decir.

A la luz de estas conversaciones no se entiende que se hayan archivado a la carrera las imputaciones del propio Casals y del director de La Razón, Francisco Marhuenda, por obstrucción a la Justicia y por coaccionar a la presidenta de la Comunidad de Madrid con el objetivo de impedir que denunciara a su predecesor.

Presiones a Cifuentes

Los indicios delictivos sobre ambos partían de las conversaciones que mantuvieron con el exconsejero de La Razón Edmundo Sobrino -en prisión- en las que le prometían presionar a Cristina Cifuentes desde Antena 3, La Sexta, Onda Cero y el citado periódico.

Los acusados, que se referían a Edmundo Sobrino como “un soldado nuestro”, alegaron que nunca hicieron nada para extorsionar a Cifuentes y que engañaron a su amigo en apuros para consolarle. ¿Dirá ahora Casals que cuando atendía los requerimientos de Ignacio González también mentía piadosamente?

El interés de Casals

Las pesquisas de la Guardia Civil indican que Casals no sólo se mostró dispuesto a ayudar a Edmundo Sobrino, sino también a Ignacio González. Es decir, además de maniobrar a favor de un soldado suyo, también lo hizo para proteger al ex presidente; cabe preguntarse por qué oscuros intereses.

La UCO arroja una perspectiva cualitativamente distinta sobre el papel de Casals en un caso en el que, junto al saqueo de las empresas públicas de la Comunidad de Madrid, se debe dirimir la connivencia mediática con la que ha contado la trama por parte del emporio televisivo.