La pugna por el liderazgo del PSOE ha arrancado de manera oficial después de que Susana Díaz y Patxi López presentaran este lunes sus precandidaturas; Pedro Sánchez hará lo propio en horas. Aunque ninguno tendrá problemas para recabar lo avales necesarios para convertirse en candidato, todo indica que serán la presidenta andaluza y el ex secretario general quienes acaben disputándose el liderazgo en un duelo nada amistoso y de consecuencias imprevisibles para la estabilidad del partido.

Desde la dimisión forzada de Sánchez, el PSOE no ha parado de ahondar en su propia fractura como consecuencia del enfrentamiento a cara de perro entre los aspirantes. Las descalificaciones personales y la búsqueda de culpables por la pérdida constante de votos han suplantado al debate de ideas.

Paradojas políticas

Pero la crisis del PSOE no sólo es el ruido del enfrentamiento de sus dirigentes -que se ha contagiado ya a la militancia-, sino que hunde sus raíces en contradicciones políticas y de proyecto flagrantes. Así se desprende de la parte del estudio de SocioMétrica dedicado al PSOE, a partir de la opinión de sus votantes, que hoy publicamos.

La radiografía de los votantes socialistas demuestra de manera clamorosa hasta qué punto el PSOE vive atenazado por enormes paradojas. La mayoría de los votantes del PSOE prefiere pactar con Ciudadanos (45%) antes que con Podemos (31%), apoya un sistema capitalista (43%) frente a uno comunista (11%) y se decanta por la Monarquía (58%) antes que por la República (34%). Sin embargo, la gran mayoría aboga por que el partido adopte posiciones ideológicas más a la izquierda y persiste una división absoluta entre quienes critican (49%) y quienes apoyan (47%) que el PSOE permitiera a Rajoy ser investido presidente.

Perfil moderado

Es decir, el perfil del votante socialista que ofrece este sondeo es el de una persona progresista y que opta por la moderación frente al aventurerismo, pero que no acaba de admitir el balón de oxígeno que la gestora brindó a Rajoy. El trauma que supuso la votación de investidura explicaría que el ex secretario general siga siendo el preferido pese a que en su despedida se arrepintió de no haberse acercado más a Pablo Iglesias.

Las primaria socialistas las dirimen los militantes, normalmente más escorados en sus postulados que los votantes. Sin embargo, los candidatos a dirigir el PSOE se equivocarán si por tratar de seducir a los ya convencidos se olvidan de lo que piensan quienes tienen luego que votarles en las urnas. Lo importante no es vencer en un congreso, sino ganar en las elecciones.