La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que obliga a la banca a devolver a los clientes que firmaron créditos hipotecarios con cláusulas suelo la totalidad del dinero cobrado de forma irregular supone un varapalo de enormes consecuencias económicas y reputacionales para el sector. El fallo costará a las entidades más de 4.200 millones de euros, de los que sólo han provisionado una tercera parte, confiadas en que muchos afectados renunciarán a pedir la restitución de los diferenciales abonados.

Con todo, si el coste directo para la banca es alto, y repercutirá en las cuentas de resultados y el dividendo de los accionistas, el efecto de esta sentencia en términos de imagen y credibilidad puede ser aún peor. El desplome del sector registrado este miércoles en la Bolsa puede ser lógico y pasajero. El problema es que el fallo contribuye a la absurda demonización del sistema financiero y puede servir de combustible a demagogos y populistas.

Alegría de los afectados

Claro que hay motivos para sumarse a la alegría de los cuatro millones de afectados por este tipo de disposiciones, que permitían a las entidades no adecuar el cobro de intereses a la evolución del euríbor a partir de un suelo pactado. Hubo muchos casos en los que los solicitantes de créditos no sabían lo que firmaban por falta de información, lo que ha llevado a la Justicia Europea a hablar de "contratos abusivos". Y resulta difícil no empatizar con los clientes cuando el litigio se ha planteado como la lucha de David contra Goliat y cuando se trata de un fallo inesperado.

De hecho, la sentencia responde a la demanda colectiva de los afectados, que no estaban conformes con la sentencia del Tribunal Supremo que, en 2013 -un año después del rescate a la banca-, anuló esta práctica pero tumbó su pretensión de recuperar el dinero pagado de más hasta mayo de ese ejercicio.

Las consecuencias

El abogado general de la UE coincidió en julio con el criterio del Tribunal Supremo y pidió en su dictamen mantener el tope al reembolso porque la retroactividad total tendría "repercusiones macroeconómicas" en la economía española. Si las sentencias de la Justicia Europea coinciden en un 90% con los dictámenes del abogado general, esta vez no ha sido así.

Es normal que los clientes de los bancos afectados por las cláusulas suelo sientan que les ha tocado la lotería 24 horas antes del sorteo. Pero las consecuencias directas e indirectas que este fallo puede tener sobre la banca y la economía españolas no parecen halagüeñas.