La paralización en el Tribunal Constitucional de la resolución del Parlament de Cataluña que aprobó la celebración de un referéndum de independencia en 2017 ha dado alas a la CUP. Los antisistema advierten en el cortafuegos constitucional una oportunidad para borrokizar el procés, frente a la estrategia del Govern de fabricar una inexistente confrontación de legitimidades entre la Generalitat y el Estado para ganar el pulso. 

La apuesta de la CUP por la acción directa no supone ninguna novedad. Sin embargo, como la decisión del Constitucional ha coincidido con una campaña de acoso a la Guardia Civil y de ataques simbólicos a las instituciones -mediante la quema o la guillotina de fotos de Felipe VI-, los antisitema aprovechan el foco mediático para dar su impronta al proceso.

El "diálogo"

El problema es que la carrera a la que se han lanzado los distintos líderes del soberanismo por abanderar la lucha contra España abona la radicalización en la calle y también en las instituciones. En este sentido, cabe preguntarse si cuando este miércoles -nada más conocerse la decisión del TC-, la portavoz de la CUP dio por finalizada la "operación diálogo", se dirigía a su partido o enmendaba la vía explorada por Carles Puigdemont y Soraya Sáenz de Santamaría.

El reciente acoso a la Guardia Civil en Manresa, a manos de un centenar de violentos que bombardearon con pintura la Casa Cuartel y quemaron fotos del rey mientras los mossos asistían al espectáculo sin practicar detenciones o identificaciones, prueba que el riesgo de batasunización del movimiento independentista catalán es grave.

Jordi Jané

El apocamiento de las autoridades catalanas a la hora de preservar la convivencia se agrava a medida que la escalada de tensión se adueña de la calle. El consejero de Interior, Jordi Jané, casi pide disculpas porque los mossos detuvieron a cinco militantes de la CUP requeridos por la Audiencia Nacional para declarar por un posible delito de injurias a la Corona.

Por si esto fuera poco, Jané ha jugado al equívoco cuando, instado por la CUP a "proteger con las armas" el referéndum ilegal de independencia previsto para septiembre, ha asegurado que la Policía Autonómica "cumplirá la ley vigente en Cataluña" porque "está al servicio del pueblo" catalán. Estas declaraciones inciden en la táctica de impostar un choque de legitimidades que ni es real, ni librará al irresponsable Jané de estar en la diana de la CUP, ni convertirá en aceptable el procés de independencia.