Su sombra es cada vez más alargada; su poder, absoluto… Montoro Asociados, Montoro Ministro, Equipo Económico Montoro, Montoro Hermanos, Montoro Amnistía, Montoro Rajoy…

El Congreso de los Diputados vivió este martes el primer asalto de la reprobación del verdugo de Hacienda. La oposición al completo le señaló por ayudar a los defraudadores con una amnistía fiscal vergonzosa, según ha sentenciado el Tribunal Constitucional. Y lo ha hecho horas después de que la magistrada del 22 de Madrid haya admitido a trámite la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra el despacho que aquél fundara y en el que supuestamente ya no tendría nada que ver desde que se dedica, a jornada completa, a expoliar y amenazar tributariamente a los españoles que sí pasan por la caja de Hacienda. A esos españoles que hasta finales de este mes de junio están trabajando sólo para el fisco.

Anticorrupción acusa al ex despacho de tráfico de influencias. El modus operandi sería, según la fiscalía, de libro: véngase usted con nosotros que le vamos a asesorar muy bien, que tenemos buena mano en las más altas instancias de la Administración, especialmente en las relacionadas con la pasta.

Y la verdad es que tenían y tienen buena mano con la pasta; los ahora investigados lo han sido todo en las entrañas del Estado, además de haber trabajado en este chiringuito milagrero y/o en el Ministerio a las órdenes del Cristóbal Montoro: estamos hablando de un secretario de Estado de Presupuestos, de un director general de la Agencia Tributaria, de un director general del Gabinete Técnico de Hacienda, de un jefe del Gabinete del director general de la Agencia Tributaria y de un hermano de ministro todopoderoso que se quedó en el negocio cuando presuntamente éste lo abandonó.

Vamos, que si tuviera pasta y problemas acudiría a este Equipo A sin dudarlo.

El escrito de la investigación verbaliza lo que siempre se ha sospechado: que algunos clientes –en este caso es el Consejo Superior de Cámaras de Comercio pero a lo mejor empieza a salir alguno más– podrían pagar por caer bajo el poderoso influjo del despacho que fundó Montoro en 2006. Según la fiscal Carmen García, los investigados “se valieron presuntamente del hecho de haber ocupado en años anteriores importantes puestos en la Administración Pública y de su posibilidad de interceder con altos cargos públicos del Estado”.

La poderosa y alargada sombra de Cristóbal Montoro vale lo mismo para un roto que para un descosido, para ayudar a los defraudadores y humillar al resto de contribuyentes y para, presuntamente, echar una mano a los que pretenden enfrentarse a la Administración con las cartas marcadas. Incluso a algunos malpensados les gustaría ver la lista de clientes del despacho ahora investigado y compararla con la de quienes se acabaron acogiendo a la ignominiosa rebaja fiscal de su padre fundador. Y una causalidad más: tanto esta repugnante amnistía a los defraudadores como el “contrato espurio” con las cámaras de comercio tienen la misma fecha: marzo de 2012, fecha en la que Ricardo Montoro, hermano del ministro, todavía tenía en su poder las acciones que éste le cedió cuando entró a formar parte del Gobierno.

Pero a Mariano Rajoy le debe parecer bien el presunto pluriempleo de su responsable de Hacienda porque sigue siendo uno de los baluartes de su Gobierno y no parece que nada lo vaya a mover de ahí. Si puede soportar que el TC les acuse a él, a su ministro y al resto del ejecutivo “de legitimar la conducta de quienes, de forma insolidaria, incumplieron su deber de tributar de acuerdo con su capacidad económica, colocándose finalmente en situación más favorable que la de aquellos que cumplieron voluntariamente y en plazo con su obligación de contribuir”, poco más se puede decir de su ya probada capacidad para tragar con lo que sea mientras se fuma un buen puro y se olvida de los ciudadanos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales.