La participación de José Luis Rodríguez Zapatero en la clausura de las jornadas "Modernización y reforma, la agenda de cambios que necesita España" con las que EL ESPAÑOL ha celebrado su primer aniversario ha sido un magnífico broche y a la vez un estímulo para organizar la próxima edición.

El expresidente del Gobierno, que dedicó gran parte de su intervención a la situación que se vive en Cataluña, se mostró convencido de que la única salida al problema es el "diálogo político". Según dijo, corresponde al Gobierno tomar la iniciativa para construir cuanto antes un "gran acuerdo" en el que tienen que participar también las "fuerzas nacionalistas".

Zapatero, fiel a su trayectoria y talante, confía en que es posible reconducir la situación si hay cesiones por parte de todos. Desde el máximo respeto a su postura, y aun reconociendo que hay que tratar de recomponer los cauces de comunicación, somos escépticos en cuanto al resultado de ese diálogo. Y, desde luego, consideramos que éste no puede entrañar cesión alguna que implique rebasar la Constitución.

En lo que sí coincidimos con el expresidente es en la necesidad de tratar de buscar soluciones rápido, porque cuanto más tiempo se posterguen, más decisiones de carácter legal y contra la convivencia irán sumándose al conflicto.

Sugestiva, por otro lado, nos pareció la idea de Zapatero para facilitar el regreso de investigadores que han tenido que marcharse al extranjero para desarrollar su labor. El expresidente habló de un plan de "mecenazgo activo" capaz de implicar a las grandes fortunas del país. Creemos que es una iniciativa a estudiar dentro de un proyecto más amplio de fomento del I+D.