Opinión El merodeador

Merodeos

27 octubre, 2016 01:36

Rivera no se conforma con ser bisagra

La convicción de Albert Rivera de que Ciudadanos está en una "posición óptima" y de que les va a ir bien en la legislatura en ciernes, tiene un valor especial por el momento en que la ha expresado: en vísperas de que Rajoy sea investido de nuevo presidente y sólo seis horas antes de que el líder del PP leyera su discurso en el Congreso.

La extensa conversación con Rivera, incluida en las jornadas con las que EL ESPAÑOL celebra su primer aniversario, ha servido para conocer la estrategia de largo alcance de Ciudadanos. Rivera quiere aprovechar el escaparate que le ofrece el Parlamento para consolidar su proyecto político, convencido de que el espacio de centro que lidera va a ser más necesario que nunca como consecuencia de la desaparición de las mayorías absolutas.

Rivera cree que el nuevo escenario político, que obliga a negociar y a llegar a acuerdos, permite exhibir las virtudes de Ciudadanos, y que ahí va a demostrar su capacidad. Más aún con un PSOE que tardará en recomponerse y un PP donde reina el continuismo, marcado por la corrupción. En ese sentido, ni siquiera cree que los nombres que se han barajado para, llegado el momento, sustituir a Rajoy, puedan limitar las posibilidades de crecimiento de su partido. En ese sentido, al preguntársele si temía a un rival como Feijóo, fue rotundo: "Si es esa la renovación, apaga y vámonos".

Rivera no se conforma con ser bisagra. Subraya que la sociedad española ha cambiado mucho, que los votos ya no son patrimonio de ningún partido y que se abre un periodo en el que "puede pasar todo". Por eso, piensa a lo grande y aspira a ser presidente del Gobierno. De hecho, presenta su flexibilidad de ahora -C's ha votado 'sí' tanto a Sánchez como a Rajoy- como una inversión: "No se puede aspirar a gobernar España sin antes hacer algo por tu país".

Condenados a pagar más impuestos

Si una conclusión ha quedado clara tras escuchar a los expertos en fiscalidad de los cuatro grandes partidos es que en los próximos años los españoles no podremos disfrutar de una rebaja de impuestos. "Lo contrario sería engañar a la gente", coincidieron. Y eso, como consecuencia del gran desequilibrio entre lo que el Estado ingresa y lo que gasta.

Por lo pronto hay que hacer frente a un ajuste fiscal de 10.000 millones que exige Bruselas para rebajar el déficit, y ahí, tanto Matilde Asian (PP), como Pedro Saura (PSOE), Ignacio Álvarez (Podemos) y Francisco de la Torre (C's) están de acuerdo en racaudarlos mediante el Impuesto de Sociedades. Es verdad que las grandes compañías están pagando ahora menos tributos que nunca en comparación a sus ingresos, y es cierto también que la necesidad de recaudar en un tiempo récord no deja muchas opciones, pero no deja de ser llamativo que los políticos se fijen siempre en cómo estrujar a los contribuyentes antes de disciplinar el gasto.

En las jornadas "Modernización y reformas, la agenda de cambios que necesita España" organizadas por EL ESPAÑOL, los ponentes también han coincidido en la necesidad de dotar de más medios a la Agencia Tributaria. Baste decir que por cada seis euros que invierte Alemania en combatir el fraude fiscal, España invierte uno, de ahí que nuestro ratio de recaudación sea muy inferior.

Pero insistimos en la que es una de nuestras obsesiones: el peso de la recaudación no puede seguir concentrándose en los españoles con nómina, porque eso lleva a que muchos contribuyentes soporten tipos abusivos.

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