Opinión El merodeador

Merodeos

7 octubre, 2016 01:28

Maduro, tras los pasos de Kim Jong-un

El anuncio del chavismo de que el opositor Leopoldo López será juzgado por el homicidio de 43 personas -los fallecidos en las manifestaciones contra el régimen de febrero de 2014- es un disparate más que demuestra hasta dónde está dispuesto a llegar Nicolás Maduro en su huida hacia adelante.

Si ya es un escándalo que López lleve en prisión más de dos años y medio, que ahora se le intente hacer responsable de la muerte de los fallecidos en las movilizaciones suena a delirio de un sátrapa. En ese sentido, Maduro parece hacer méritos para competir con Kim Jong-un.

Hay que decir bien claro que Leopoldo López es un preso político y que es víctima de un proceso manipulado y sin garantías, tal y como denuncian las principales organizaciones defensoras de los derechos humanos

En su intento por enrocarse, Maduro continúa tensando la cuerda y tratando de criminalizar a sus opositores, que ya le derrotaron en las elecciones parlamentarias. Pero en su acoso a Leopoldo López ha ido ya demasiado lejos.

¿Y por qué no prohibir los pantalones?

Varias asociaciones feministas han publicado un manifiesto para pedir la prohibición de la falda en los uniformes escolares del país con el argumento de que esta prenda es sexista y fomenta la desigualdad. Los promotores reclaman un uniforme único para niños y niñas. Pero, entonces, ¿por qué demonizar la falda? Quizás habría que prohibir los pantalones, y que tanto chicos como chicas vistieran falda.

Se mire por donde se mire, la propuesta es disparatada. Educar en la igualdad no es hacer que las niñas se comporten, actúen o se parezcan a los niños. El problema de la igualdad entre hombres y mujeres hay que abordarlo en las aulas, cierto, pero educando en el respeto.

La vestimenta no determina los comportamientos sexistas. Sin embargo, quienes en su afán corrector prescriben prohibiciones y tratan de imponer hasta la forma de vestir, atacan las libertades individuales

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