La Comisión Europea ha ordenado a Apple, en una sanción histórica, que devuelva al Estado irlandés la suma de 13.000 millones de euros más intereses. El Gobierno de la UE ha concluido que los beneficios fiscales ilegales que este país otorgaba a la compañía que dirige Tim Cook permitieron que el gigante tecnológico se beneficiase de un tratamiento discrecional imposible de imitar para sus competidores. Este acuerdo permitió a Apple pagar un impuesto de sociedades ínfimo: un 1% en 2003 y hasta el 0,005% en 2014.

El fallo de la Comisión es un golpe importante a la ingeniería fiscal que muchas multinacionales llevan a cabo para reducir al máximo el pago de impuestos. Gigantes como Google, Facebook, Microsoft se han beneficiado durante años de una competencia desleal al recibir un trato preferente por parte de Dublín imposible de imitar para sus competidores. La sanción a Apple, es, de esta manera, una buena noticia. Las compañías deben competir bajo las mismas reglas y condiciones. La resolución también debería ser un claro mensaje a favor de una mayor armonización fiscal en la UE.