Los datos que publica este miércoles EL ESPAÑOL muestran a un Congreso envejecido y al mismo tiempo prácticamente sin experiencia. De los 74 diputados que suman más de cuatro mandatos, casi dos tercios pertenecen al Partido Popular. Esta cifra resulta especialmente llamativa teniendo en cuenta que el 61% de los diputados del Congreso que preside Ana Pastor no han tramitado nunca una Ley de Presupuestos, bien porque su única experiencia fue la fallida legislatura anterior o porque han sido elegidos por primera vez.

El perfil de la Cámara muestra a un PP anquilosado, en el que la actividad pública parece haberse convertido en un fin en sí mismo. Resulta revelador que los legisladores más veteranos, la que fue vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos y el propio Mariano Rajoy, sean también dos de los pesos pesados de su partido. Ante este grado de profesionalización del parlamentarismo, el debate sobre la limitación de mandatos, no sólo para los cargos públicos sino también dentro de los partidos, está más que justificado. El cementerio de elefantes en el que se ha convertido el Congreso evidencia hasta qué punto es necesaria una verdadera regeneración de la actividad política.