El expresidente José María Aznar ha criticado con dureza la política económica y fiscal del Gobierno en una conferencia en la que ha analizado el impacto de tres décadas de España en la UE. La superación del umbral del 100% de deuda pública sobre el PIB en el primer trimestre, tras dispararse la deuda de las administraciones públicas en casi 350.000 millones, ha llevado a una situación de no retorno en lo que respecta al saneamiento de las cuentas públicas, el cumplimiento del objetivo de déficit del 3% impuesto por Bruselas y, en consecuencia, el afianzamiento de la recuperación económica.

Aznar ha hecho lo que se espera de un presidente al poner el foco en la "espiral de problemas" por la que se puede precipitar España por culpa de Rajoy, Montoro y Guindos. El presidente del Gobierno es el principal responsable de la escalada de déficit por no haberse comprometido con la reducción del déficit como objetivo prioritario.

Durante los últimos cinco años el ministro de Hacienda ha subido a la vez los impuestos y el gasto público, una pirueta que ha acabado resintiendo la recaudación y desbocando el déficit estructural, hasta el punto de que en el horizonte de 2017 podría dispararse del 1,9% al 3,2% . Esto demuestra que el crecimiento de la economía española, lejos de ser sólido, está ligado al ciclo económico. Finalmente, el titular de Economía ha logrado que Bruselas le conceda un año de prórroga para cumplir con el techo de déficit y que la sanción a España de 2.000 millones por la escalada de déficit no se produzca hasta después de elecciones, algo de lo que ha vuelto a advertir este viernes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

En definitiva, por culpa de Rajoy, Montoro y Guindos España se ha empantanado en una política económica timorata y caracterizada por la debilidad de su crecimiento y por un endeudamiento insostenible. La falta rumbo hace temer al expresidente una tormenta perfecta a corto plazo y convierte en papel mojado cualquier programas electorales que no pase por un duro ajuste.