El Ministerio de Defensa está obligado a explicar cuál ha sido su papel en relación al contrato de seguridad que los atuneros que faenan en el Océano Índico mantienen con la empresa que presidió hasta 2012 el titular del Departamento, Pedro Morenés. Los armadores habían solicitado oficialmente el cambio de servicio a Ombuds, una empresa de la competencia, por lo que Segur Ibérica habría perdido el contrato millonario del que disfruta desde diciembre del año 2000. Sin embargo, los armadores dieron marcha atrás tras un encuentro con el Ministerio de Defensa.

El Ministerio niega de forma rotunda cualquier presión por su parte, y puede que no lo haya hecho de manera explícita. Sin embargo es evidente que debe existir una relación entre este encuentro y el cambio de parecer de los atuneros, sobre todo teniendo en cuenta que ya habían pedido autorización al Ministerio del Interior para cambiar de empresa de seguridad. Otro motivo que abunda en la sospecha es que ni los armadores afectados, ni el Ministerio de Defensa ni las dos empresas implicadas han sido capaces de dar a este periódico explicación alguna sobre las razones por las que no se produjo el cambio de servicio. La información que publica EL ESPAÑOL es más que suficiente para que se inicie una investigación a fondo. Pedro Morenés no sólo debe ser honrado sino parecerlo, y en este momento las apariencias no le favorecen.