Opinión El merodeador

Merodeos

3 mayo, 2016 02:06

Rajoy sigue en las mismas: quiere gobernar sin mover un dedo

La escena que se vivió este lunes en la celebración del Dos de Mayo en Madrid es la demostración de que, con Rajoy, la política española tiene muy difícil salir del bucle en el que se ha instalado. Pese a dar por sentado que acabará siendo elegido presidente tras el 26-J con el apoyo de Albert Rivera, Rajoy fue incapaz siquiera de estrechar la mano al líder de Ciudadanos o de dirigirle la palabra, y ello pese a estar ¡codo con codo! en la recepción oficial. Cierto es que Rivera tampoco mostró su mejor talante al no hacer ademán de saludar al presidente en funciones. En cualquier caso, la actitud de Rajoy resulta incomprensible, sobre todo porque no está escrito que Rivera tenga que respaldarle porque sí.

Por si fuera poco, la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, se descolgó con unas declaraciones muy inoportunas: "En estos momentos, votar Ciudadanos es votar socialismo". Resulta llamativo que quien así se expresa debe su cargo actual a la formación de Rivera. Desde luego, no hace falta ser Pedro Arriola -ideólogo de cabecera de Rajoy- para darse cuenta de que ésta no es la mejor forma de atraerse a Ciudadanos: sin mover un dedo cuando no tratándolos a puntapiés.

Una legislatura fusilada con nocturnidad y alevosía

Ha tenido que ser otro tres de mayo y de noche, como aquel en el que se fusiló a los patriotas que se levantaron contra las tropas de Napoleón, cuando se ha ejecutado la legislatura más corta de la Democracia.

A las doce de la noche del lunes concluyó el plazo establecido por ley para la posible investidura y se puso en marcha el proceso automático de nueva convocatoria electoral. El reloj de nuestra web que ha ido marcando lo que bautizamos como "cuenta atrás hacia el fracaso" se apagó sin que se haya logrado el objetivo por el que se puso en marcha: presionar a nuestros políticos para no matar prematuramente la legislatura.

Decíamos que se la ha fusilado también con alevosía, y es que todo hace pensar que por parte de PP y de Podemos nunca existió voluntad para llegar a un acuerdo que le diera vida, convencidos como están Rajoy e Iglesias de que les irá mejor con nuevos comicios. Pero la historia dice que si bien las tropas francesas lograron sofocar el levantamiento del Dos de Mayo, aquel episodio encendió la chispa para su derrota final.

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