Opinión El merodeador

Merodeos

9 abril, 2016 01:53

Un gesto de Pallete en Telefónica que vale por muchas palabras

La reunión del consejo de Administración de Telefónica de este viernes en el que José María Álvarez-Pallete ha asumido la presidencia de la compañía deja una imagen muy significativa que podría indicar el rumbo que quiere marcar el sucesor de Alierta. Mientras el ex jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa, abandonaba su puesto en el consejo, se anunciaba el nombramiento de un científico de prestigio mundial como Juan Ignacio Cirac (en la imagen). Almansa era la viva representación de Telefónica como paradigma del fenómeno de las puertas giratorias. Había sido incorporado, como tantos otros -empezando por por Iñaki Urdangarin-, por razones políticas. Cirac representa justo todo lo contrario, es un físico especializado en óptica cuántica cuyos conocimientos y experiencia internacional en este campo pueden tener aplicación en la operadora. Estamos pues ante un gesto que parece una declaración de intenciones: sustituir perfiles políticos que sólo se justifican por el pago de favores, por auténticos profesionales que pueden contribuir a mejorar la compañía. Ese es el camino.

El Parlamento vasco acierta al apostar por más espacios sin humos

La Ley de Adicciones vasca que endurece las restricciones al consumo de tabaco va a incomodar a los fumadores, pero va a aliviar a quienes ahora tienen que inhalar un humo indeseado mientras asisten a un espectáculo de masas. Y es que la norma prohíbe fumar en grandes instalaciones como campos de fútbol o plazas de toros. El hecho de que hablemos de espacios abiertos, no impide que, a la hora de la verdad, las personas se vean afectadas por el humo cuando alguien cercano a su localidad enciende un cigarro o un puro. El respaldo a esta iniciativa de la práctica totalidad de los partidos del Parlamento vasco -sólo cuenta con la abstención de UPyD- demuestra que hay consenso político. Pero además de que la medida permitirá conseguir entornos más saludables, servirá de ejemplo para la población infantil, a la que es difícil inculcar que el tabaco es perjudicial para su salud mientras ahora asiste con normalidad a la imagen de cientos de personas fumando a su alrededor.

Los papeles de Panamá dejan en entredicho a David Cameron

El reconocimiento por parte de David Cameron de que se benefició del fondo offshore de su padre le deja en mal lugar por dos razones. Primero, porque al principio se resistió a dar explicaciones alegando que se trataba de un asunto "privado". Y en segundo lugar porque ha confirmado que vendió su participación en la sociedad radicada en un paraíso fiscal sólo cuatro meses antes de asumir el cargo de primer ministro. Esa forma de actuar sólo tiene una explicación: sabía que era un asunto incómodo que podría perjudicarle en su carrera o, cuando menos, tenía mala conciencia. Lo cierto es que, pese a sus evasivas iniciales, Cameron no ha tenido más remedio que acabar dando la cara por este escándalo. Veremos si, pese a que pagó los impuestos correspondientes por sus ganancias, el asunto le pasa factura.

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