Tal y como cuenta EL ESPAÑOL, el presupuesto dedicado a la Semana Santa de los ayuntamientos controlados por Podemos no ha bajado prácticamente en relación con años anteriores, a pesar de la desvinculación de actos religiosos que ha predicado el partido. El alcalde de Ferrol, Jorge Juan Suárez, fue uno de los candidatos de la formación que en época de elecciones anunció que acabaría con estas subvenciones. Sin embargo, una vez en el poder, ha terminado retractándose. Parece ser que, tras la controversia de la cabalgata de los Reyes Magos organizada por Carmena y el escándalo de los titiriteros del pasado carnaval, el partido de Pablo Iglesias ha querido evitar otra polémica con una fiesta tan emblemática. Es evidente que la mayor parte de los españoles consideran que la Semana Santa es una tradición importante y no verían con buenos ojos que Podemos interfiera en ella. Hay una gran diferencia entre predicar y dar trigo, y los ediles de la formación morada comprueban ahora que es muy distinto estar en la oposición que al frente de las responsabilidades del Gobierno.

Con la muerte de Johan Cruyff no sólo desaparece el mejor jugador europeo del siglo XX, sino que se cierra además uno de los capítulos dorados del fútbol español: es indudable de que hay mucho de su fútbol en la Copa del Mundo y en las dos Eurocopas ganadas por la Selección. Su impronta fue decisiva para impulsar al alicaído F.C. Barcelona de los primeros 70 hasta convertirlo en uno de los mejores clubes del mundo. Primero como jugador, y luego como entrenador, introdujo en los campos españoles el estilo de ataque y cantera que antes había practicado como delantero rutilante de la mítica naranja mecánica. A partir de Cruyff, nada volvió a ser igual en el deporte rey porque ningún equipo pudo abstraerse de ese singular estilo de juego rápido, ofensivo y participativo que acabó haciendo de la Liga Española una de las más brillantes y competitivas. Todo un carácter dentro y fuera de los estadios, el nacionalismo aprovechó su ímpetu para imponer el sello nacionalista que ahora domina el espíritu blaugrana. El inventor del fútbol modero forma junto a Maradona y Messi un tridente perfecto en el imaginario culé.

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia ha condenado a cuarenta años de cárcel al ex líder serbobosnio Radovan Karadzic por genocidio. Se trata de una sentencia histórica, ya que se condena no a un militar, sino al máximo responsable político de la matanza de 8.000 niños y adultos bosnio musulmanes en la ciudad de Srebrenica. Que la persona que aprobó una de las peores masacres de la historia de Europa haya sido finalmente condenado es causa de celebración. Sin embargo, es poco probable que este veredicto ayude a reconciliar las profundas divisiones en la región. Para los sobrevivientes de la limpieza étnica, la condena es insuficiente y llega demasiado tarde, mientras que Karadzic siga siendo considerado un héroe en ciertas partes del país. De hecho, muchos serbobosnios afirman que el tribunal de la Haya ha sido injusto con él. Más de 20 años después del final del conflicto, bosnios, serbios y croatas conviven en una frágil estabilidad.