La Agencia Tributaria ha publicado este miércoles la lista de 4.855 personas y entidades que tienen una deuda con Hacienda superior al millón de euros. En su gran mayoría, los deudores son sociedades o individuos involucrados en la debacle que siguió a la burbuja inmobiliaria, pero también aparecen deportistas de élite como Dani Pedrosa, equipos de fútbol y empresarios con deudas antiguas como Mario Conde o Javier de la Rosa. Esta es la primera vez que la Administración publica una lista de morosos así. Sin embargo, y a pesar de la "publicidad y transparencia" que prometió Cristóbal Montoro, Hacienda no ha puesto el trabajo fácil a quienes quieran consultar este documento. Al presentarlo en formato PDF, Google y el resto de motores de búsqueda no devolverán resultados ligados a la lista. Además, su contenido desaparecerá a los tres meses de ser publicado. Con el fin de abrir verdaderamente los datos al público, EL ESPAÑOL ofrece desde hoy toda la información en libre descarga para su análisis y consulta. Animamos a los lectores a colaborar con nosotros en la tarea de investigación de empresas y personas que están detrás de algunos de los nombres del listado. Pueden escribirnos al buzón de denuncias habilitado en la página web.

El anuncio del Ayuntamiento de Madrid de que en dos de las cabalgatas que se celebrarán el 5 de enero en los distritos de Puente de Vallencas y San Blas-Canillejas una Reina Maga sustituirá a uno de los Reyes Magos ha causado sorpresa e indignación. La portavoz del PP en el consistorio, Esperanza Aguirre, ha acusado a Manuela Carmena, con razón, de querer acabar con la tradición religiosa. Si a la alcaldesa no le gusta la Navidad puede organizar cabalgatas laicas alternativas, pero no debería introducir cambios en la fiesta que van contra la historia, la tradición y el acervo cultural. Al introducir un personaje inexistente en la Cabalgata, la alcaldesa muestra poco respeto por las creencias de los ciudadanos y lleva el asunto de la paridad a un ámbito equivocado. Si de verdad quiere luchar por la igualdad de la mujer, problemas como la brecha salarial o la violencia en el ámbito doméstico son mucho más acuciantes.

La mayoría de televisiones del continente ya ha comprado los derechos de televisión de la próxima Eurocopa, que se celebrará en Francia a partir del 10 de junio de 2016. España es una excepción. Esos derechos los comercializa una empresa privada a partir de los baremos que marca la UEFA, que aún preside Michel Platini. En el caso de nuestro país, la televisión que quiera retransmitir el campeonato deberá pagar 70 millones de euros. Es una inversión astronómica imposible de rentabilizar para las cadenas. La única compañía que ha pujado en España por la Eurocopa ofrece la mitad. Las cadenas han utilizado el fútbol como gancho para sumar espectadores, aun perdiendo dinero. Le pasó a Cuatro, por ejemplo, con el Mundial de 2010 que ganó España. Al actuar así han malacostumbrado a la UEFA, que juega además con el tirón emocional y político que tiene el fútbol de selecciones nacionales. Pero ha llegado seguramente el momento de que los operadores se sienten a negociar contratos razonables con este organismo: el fútbol es importante, pero no a cualquier precio.