Sólo escuchar a Carme Chacón para darse cuenta del cloqueo reaccionario que anida en el PSOE; un partido fundado sobre las bases higiénicas de la justicia social y que se ha ido vaciando de ideología, hasta acabar defendiendo la sucia política de mercado. 

Todo empezó durante el Felipato, con los Solchaga-boys. Luego vinieron los crímenes del GAL en nombre de la razón de Estado y bla, bla, bla, y entre medias, se bendijo a la OTAN como herramienta militar del capitalismo globalizador.

Ahora, que el capitalismo ya no puede sobrevivir ni aunque se gestione bien, sus representantes se agarran a cualquier tema para disimular sus vergüenzas. Un ejemplo es Carme Chacón cuya mayor vergüenza pública ha sido soltar el trapo con una ley que agiliza los desahucios. Una medida impopular que expulsa de sus casas a las gentes que viven entre los márgenes y la incertidumbre. El poder no sirve de mucho si no se ejerce y, durante el mandato ministerial de Carme Chacón, el poder se ejerció para escribir los derechos humanos en papel higiénico. Con el llamado “Desahucio express”, el derecho a la vivienda se convirtió en mercancía para saciar los violentos apetitos del capital. Qué bonito.

Como si quisiera hacernos olvidar su vergüenza, Carme Chacón nos viene estos días con un discurso trufado de neonacionalismo español, dando a entender que, en su deriva, el PSOE es más españolista que el PP y tanto como Ciudadanos. Es lo que tiene el expansionismo apátrida del neocapitalismo que hoy pinta los mapas y colorea las geografías con hambres y vergüenzas en nombre de la nación. Para sus representantes, el estado nacional siempre es igual a un mercado nacional. Por eso a Carme Chacón le preocupa tanto España y tan poquito los españoles.

No está de más recordar que el PSOE, al igual que el PP, se benefició en su día del socio catalán para gobernar. Convergència i Unió aportó su numérico a la última legislatura del Felipato así como a la primera de Aznar. Pero claro, el viejo mundo se agota, el nuevo tarda en aparecer y, mientras llega, en ese claroscuro aparecen los zombies con la boca llena de cadáveres. El ejemplo es la Carme Chacón de estos días, a la que no puedo dejar pasar sin contestar su tweet con este mío:

No, Carme. El hecho más grave sucedido en Catalunya, y en España desde que andas en política, sucede cada vez que se agiliza un desahucio.