La nueva presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, ha utilizado su discurso de apertura para clamar contra la Constitución y lanzar un “viva la república catalana”, lo que hace presagiar que ni representará al conjunto de la cámara ni dirigirá los debates con imparcialidad, tal y como le exige el reglamento. La presidenta ha querido utilizar su prédica para enfatizar la división, partiendo la cámara en dos, tal y como ya ha hecho el secesionismo con la sociedad catalana. Resulta muy difícil creer en el sentido del deber de Forcadell, que anunció el cierre de la etapa autonómica y proclamó que el Parlament es soberano. La vuelta de tuerca al desafío independentista de la expresidenta de Asamblea Nacional Catalana hace prever nuevos episodios de provocación al Estado. Tras su declaración de intenciones, resultaron irónicos aquellos pasajes en los que aseguró que, tal y como le obliga su cargo, tenderá su mano al resto de partidos. El discurso de la nueva presidenta del Parlament es una clara muestra de la inconsciencia y la osadía de los separatistas, que no dudarán en utilizar las instituciones de modo partidista, en contra de la Ley y de lo expresado por la mayoría de los catalanes.

La publicación por parte de la Organización Mundial de la Salud de que el consumo de carne procesada (salchichas, beicon, embutidos...) y de carne roja -en menor medida- puede aumentar el riesgo de padecer cáncer colorrectal ha creado una alarma innecesaria. La advertencia de la OMS no es fruto de ninguna investigación nueva: se limita a recoger los datos recabados por informes ya conocidos para recordar que el abuso de estos alimentos puede ser nocivo. En concreto, a la carne procesada se la sitúa en el escalón de riesgo del consumo de tabaco o del uso de cabinas solares, y a la carne roja se la coloca al nivel del café. El Ministerio de Sanidad, que dirige Alfonso Alonso, se vio este lunes en la necesidad de aclarar ante la opinión pública que la OMS se limita a "identificar peligros", pero que en ningún caso ello implica revisar los criterios de seguridad alimentaria ni elevar el nivel de alerta. No está de más la aclaración por el efecto de psicosis que este tipo de noticias causan en la población y que muchas veces tienen un reflejo inmediato injustificado en la industria alimentaria.

La indignidad del proceso contra Leopoldo López, el líder opositor venezolano condenado a trece años de prisión, queda ratificada y a la vista del mundo entero con el testimonio de Franklin Nieves. Quien fue uno de los dos fiscales que acusó a López de instigar las revueltas populares de febrero de 2014, ha huido del país y ha denunciado en un vídeo que recibió presiones de sus superiores para falsear las pruebas contra el líder de Voluntad Popular. El periódico El Nacional, al igual que el partido de López señalan a la fiscal general, Luisa Ortega, como instigadora del montaje judicial, plagado de mentiras. Si alguien albergaba alguna duda sobre el régimen de Maduro aquí tiene la prueba: el Gobierno chavista no duda en utilizar el aparato del Estado para perseguir y detener de manera arbitraria a todo el que cuestionan la línea oficial o no se pliega a sus designios. La comunidad internacional debe seguir presionando para que López no permanezca entre rejas ni un minuto más.