Apple y Foxconn

Apple y Foxconn

Tecnología

El beneficio de Occidente está en la mano de obra de Oriente

27 enero, 2012 16:11

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Vivimos en una sociedad altamente tecnológica, donde cualquier aspecto de nuestra vida diaria está regido por algún instrumento, no siempre imprescindible. En el campo de la tecnológico de consumo, cada vez compramos más dispositivos y con mayor frecuencia los cambiamos por otros recientemente renovados. Por poner un ejemplo, el precio de hace unas décadas en un ordenador doméstico nada tienen que ver a los que podemos encontrar en la actualidad. Todo esto tiene una fácil explicación cuando se descubre el coste de su producción, o más bien la descentralización de la producción delegada en países con una mano de obra barata.

Para justificar esto bastaría con estudiar cómo, por décadas, los grandes avances tecnológicos se han diseñado en occidente, cuna de grandes genios, cuyos inventos inicialmente se producían y comercializaban desde el país de origen. También habría que observar cómo su clase trabajadora ha ido ganando privilegios sociales, a la par que ganando voz para conseguir sus exigencias y mejorar su calidad de vida. Se puede deducir que, para los postres, la factura de fabricación nacional no mostraba los suficientes márgenes de beneficios. El objetivo se cumplió cuando se pudo externalizar la producción en otros países con menos miramientos por los derechos de sus trabajadores. Si bien algunos de los países elegidos anteriormente, por sus diferencias políticas, no eran idóneos, actualmente se han convertido casi en una delegación de occidente para manufacturar cualquier tipo de artículo, a un tiempo y precio altamente competitivo con cualquier alternativa de occidente.

Podemos ver un ejemplo con Silicon Valley, que durante la década de los 70–80 se convirtió en la cuna del diseño y producción de los procesadores que la industria requería y que los consumidores demandábamos. Cómo actualmente se ha convertido en el valle de los diseños e ideas, ya que las grandes compañías han sabido externalizar la producción a otros países como China, donde los plazos de fabricación y los costes son menores –sobre todas las demás cuestiones–.

A raíz de esta ecuación nos salta la reciente noticia de los beneficios de una de las tecnológicas de consumo más prolíficas en los últimos años: Apple Inc –antes Apple Computer–. Cómo recientemente, y durante todos estos últimos años, han sabido conquistar al consumidor y, a pesar de la crisis, conseguir beneficios cada vez mayores, contraviniendo toda lógica de austeridad consumista –aunque este no es el objetivo del artículo–. Si observas cualquier de sus productos podrás descubrir la frase: ‘Diseñado en California, fabricado en China’.

Apple y Foxconn

Apple y Foxconn

Desde China y directamente relacionada con Apple nos encontramos a la empresa Foxconn, más de una vez referida en relación a las tristes noticias de sus trabajadores. Se podría decir que más que una factoría es una ciudad en sí, albergando toda su producción a más de 230.000 trabajadores –con 8.700 ingenieros industriales–, donde se imponen turnos de 12 horas diarias, seis días a la semana. Es gracias al ritmo de producción de esta gran empresa, pero sobre todo a su coste, por el que otras empresas obtienen los mejores beneficios en sus respectivos mercados; y la lista no es breve: Apple, Amazon, Microsoft, Cisco, Dell, HP, Intel, IBM, Motorola, Nokia, Philips, Logitech, Sony, Nintendo, Panasonic, Sharp, Toshiba, Acer y Asus, de entre los más destacados.

Quizá tendríamos que poner algún ejemplo más, pero por alusiones se está mencionando a Apple gracias a los recientes datos que han mostrado sobre sus éxitos de ventas –sobre todo con el iPhone 4S–. Actualmente –ya llevan unos años en subida imparable– tienen una demanda multimillonaria de sus productos, a los que exigen una alta calidad, plazos de producción y entrega. Detalles todos ellos que se delegan en la factoría de Foxconn, viva gracias al expolio de sus trabajadores, que suelen cobrar en torno a los 17 dólares por día de trabajo –recordemos esas 12 horas de jordana–.

En varias ocasiones nos han llegado noticas de los desdichados incidentes relacionados con estos trabajadores –reportados por ellos mismos–,  sometidos a unas condiciones de trabajo y seguridad más relajadas en proporción a otros países, con un alto grado de peligrosidad; todo se suma para conseguir un producto final de bajo coste de producción, que más tarde se venderá a precio de oro en otros países –o incluso en la propia China–. Cabe señalar que la propia Apple promulgó una serie de normas de respeto y dignidad para los trabajadores de sus proveedores, pero como se ha podido comprobar por los sucesos al final todo ha quedado en saco roto. Se hace la vista gorda cuando hay que cumplir la demanda y las fechas, por una parte y por la otra. No puedes cancelar a uno de tus principales proveedores por mucho que incumpla las normas secundarias. No puedes cumplir las exigencias para con tus trabajadores –que viven confinados como sardinas en un cuchitril, independientemente además de las condiciones de trabajo– si tu principal cliente te exige unos planes de entrega y producción abismales.

Como todo está relacionado o es relativo en este mundo, existe la riqueza porque existe la pobreza, así que el beneficio de algunos siempre estará fundamentando en el empobrecimiento de otros, o cuando menos en las peores circunstancias de otros. Es una ley de vida que, trasladada al mundo empresarial, nos lo ha refrescado la situación actual de estas dos grandes empresas. Una ley de la que todos formamos parte, porque nuestra ansia consumista no nace de la nada y sólo se puede hacer realidad partiendo de una situación en la que la empresa y el fabricante obtengan beneficios, que luego devenga en un producto con un precio competitivo. ¿Se llegará a equilibrar algún día la balanza?.

Datos extraídos del artículo de Microsiervos y The New York Times.