Si esta noticia se hubiese dado a conocer el 1 de abril todo mundo pensaría que es una broma, pero el April Fools ya pasó por lo que todo indica que esto es auténtico. Lo que sucede es que Dropbox ahora puede presumir de codearse con los famosos del mundo de la música, pues Bono y The Edge, vocalista y guitarrista respectivamente de la banda irlandesa U2, han pasado a convertirse en inversionistas de la compañía, según anunció el mismo equipo de Dropbox a través de su cuenta oficial de Twitter, acompañando el anuncio con la foto que encabeza esta entrada, en la que se puede ver a Bono y The Edge posando junto a los fundadores de Dropbox, Drew Houston y Arash Ferdowsi.

La relación entre U2 y Dropbox parece haberse derivado de ciertos “conocidos en común”: Ali y Hadi Partovi, creadores de la hoy extinta startup iLike, la cual proveía de una aplicación para Facebook que permitía a los usuarios compartir y descargar música a través de la plataforma. La aplicación alcanzó tal popularidad que fue usada por U2, y los hermanos Partovi llegaron a entrevistar a Bono en persona previo al lanzamiento del sencillo Wave of Sorrow, desarrollando a partir de entonces una amistad duradera. Los Partovi fueron además los primeros inversores ángeles de Dropbox y parecen haber sido quienes acercaron a los integrantes de U2 a la compañía, pues son ellos las otras dos personas que les acompañan en la foto.

Curiosamente, este es solo otro más de los acercamientos de Bono al mundo de la tecnología, un campo en el que tiene ya bastante experiencia pues es el fundador de Elevation Partners, compañía que ha invertido en empresas de juegos así como en Palm, HP, Yelp y Facebook (recordemos que solo con su 1.5% de participación en la compañía de Zuckerberg ganó más dinero que durante toda la pasada gira 360° Tour).

También resulta agradable ver cómo los músicos y los servicios de almacenamiento en la nube son perfectamente capaces de vivir en buenos términos, lo que nos da la esperanza de que algún día pueda alcanzarse una resolución a esta eterna pelea.

Vía | TechCrunch